lunes, 8 de agosto de 2011

~Capítulo 9~

[POV Cris]

Fuimos con ellos a su hotel.

Carol, al fin, se había despertado. Estaba como perdida, pero estaba.

-Bueno, vosotras ahora os vais a dormir.-nos ordenó Harry.

-Sí, papá.-le respondí.

-¿Y vosotros?-preguntó Rebe.

-Vosotras vais a dormir en nuestro cuarto. Nosotros tenemos demasiadas cosas de qué hablar, aparte de que no necesitamos dormir.

-Pues yo me echaría una siestecita…-Harry le pegó una colleja a Danny.-Vale, mejor no.

Subimos todos a su cuarto.

-Bueno, os dejamos aquí. Nosotros estaremos cerca, vigilando.

-Sí,Harry.

-¡Dulces sueños!

-Sí,Danny, pues como sueñen con tu cara, van listas…

Danny le pegó a Tom un puñetazo en el hombro y cerraron la puerta tras ellos, no sin antes desearnos Tom dulces sueños de nuevo.

-¡Uff!-me dejé caer sobre la primera cama que pillé.-¡Tías! Yo aún no me creo todo lo que hemos vivido en tan poco tiempo…

-McFly, vampiros, McFly…-enumeró Rebe.

-Y Dougie…-aportó Carol.

-Sí, y Dougie y…¡eh!

Todas nos reímos.

Puse la cabeza en la almohada.

-¡Oh!¡Huele a Tom!-exclamé, emocionada.

-¿Sí, tía? ¡Haber!-Rebe intentó quitármela.

-¡No, es mía!¡Dios! ¡Esta debe de ser la cama de Tom Fletcher! ¡Y es toda mía!

Me estiré cual larga era para abarcar toda la cama.

-¡No, tía, que yo quiero más a Tom!¡Déjame un hueco!

-¡Qué me da igual lo que tú quieras, esta es mía!

Al final, Carol se enfadó y nos mandó callarnos. Como yo había cogido primero esa cama, se me adjudicó y Rebe se tuvo que quedar en la suya que según decía ella “Olía a gloria”. Me puse a pensar de quién podría ser su cama.

-Pero una pregunta…sino necesitan dormir…¿por qué las camas huelen a ellos?

-Querida Rebe, a veces eres muy ignorante. No necesitan dormir, pero pueden tumbarse, ¿sabes? No es una habilidad exclusiva de los humanos.

Por respuesta, me tiró su almohada que olía a Danny. Ya sabía quién olía a gloria y a quién pertenecía su cama. Hum, vaya.

-¿Carol? No dices nada…

Y con razón. Se había quedado dormida.

Eso de que te mordieran debía de ser muy cansado.

Suspiré.

Yo aún seguía igual y no sabía si quería…pero ellas sí y yo no. No me parecía justo.

Rebe y yo seguimos hablando, pero se nos cerraban los ojos.

Finalmente, nos quedamos dormidas. Yo con la cabeza metida en la almohada, respirando todo lo que podía de la fragancia de Tom.

Sentí una sensación extraña y me moví, pero no se iba.

Molesta, abrí los ojos, para ver la cabeza de Danny inclinada sobre mí. Pude verle con total claridad los colmillos.

Le metí un sopapo.

-¡Estúpido! ¡¿Qué pretendías hacer?!

-Au.-fingió que le dolía mientras se echaba la mano a la mejilla.

-¿Qué pasa?

Al gritar, había despertado a mis amigas.

-Nada. Que Danny ha venido a despertarnos y ya sabéis como soy yo con los despertadores.

-¡Ah, sí! Al último que tuvimos lo metiste en el horno para ver como se fundía.-dijo Carol.

-Fue muy divertido-asintió Rebe.

-Sí…vine a despertaros, sí.-asintió Danny.-Nos vamos a Bristol.

-Oh.-dijimos las tres.

-Así que venga, arriba y a vestirse.

-¡Sí!

Y corrimos a levantarnos.

-¿Qué Carol, te encuentras mejor?

-Sí, Danny, gracias.

-¡Mejor!

Le fulminé con la mirada.

Tenía que hablar con él muy seriamente de lo que había pasado.

-Me salgo fuera para que os podáis vestir.

-Qué considerado de tu parte, Danny.-le dije.

Este negó con la cabeza y salió fuera.

Una vez vestidas, entraron ellos a cambiarse.

Cuando estuvimos todos listos, nos montamos en su súper autobús y nos fuimos…¡a Bristol!

Estar encerrada con esos cuatro unas horas en el autobús fue una de las mejores cosas que me había pasado en la vida. No podría enumerar todas las tonterías que dijimos.

Llegamos a Bristol bien entrada la tarde.

Cogieron un cuarto para nosotras y otro para ellos. Estábamos viviendo un sueño. Y ese sueño tenía vampiros.

Estaba peleándome con Rebe por conseguir más perchas cuando llamaron a la puerta.

Carol fue a abrir, porque Rebe y yo estábamos demasiado ocupadas luchando con las perchas como si de espadas de Stars War se trataran.

-¡Cris, es para ti!

-¿Quién me busca?

Le tiré la percha a Rebe y corrí a la puerta.

Cual grande fue mi sorpresa al ver a Tom esperando fuera.

Corrí a abrazarle.

Quizás no lo haya mencionado nunca, pero soy muy cariñosa.

-¡Tom!¿Cómo tú por aquí?

-Pues…quería saber si querrías dar una vuelta conmigo.

Abrí los ojos desorbitadamente.

-¿Qué?¿Yo?¿Contigo? ¿Me lo dices en serio?

-Claro.

Y sonrió.

-No sé qué decir, me has dejado sin palabras…-dije, mientras intentaba recordar cómo se respiraba.

Haber, respira, inspira…¿y después? ¡Ah, no me acordaba!

-Di que sí.

-¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

Sonrió.

Cris no llores, Cris no llores.

Relájate…y sobretodo respira.

-¿Vienes, entonces?

-Contigo, al fin del mundo si hace falta, Tom.

Rió.

-No vamos a ir tan lejos, pero es bueno saberlo.

Le sonreí.

-Avisaré de que me voy contigo, para que se preocupen.

Asintió.

Me di la vuelta.

-¡Niñas, que me voy con Tom!¡No me esperéis despiertas!

-¡Eh!-oí gritar a Rebe, pero no oí lo que seguía porque cerré la puerta tras de mí.

Tom y yo echamos a andar y salimos del hotel.

Era el chico más majo que había conocido en la vida. Sí, vale, era mi ídolo, pero podía no ser amable y esas cosas.

Recordé como, al gustarme McFly, él era mi favorito, pero…un gif de Danny me hizo cambiar de idea. Ahora, una vez que había conocido a los dos, Tom volvía de nuevo.

-¿Te apetece ir a un Starbucks?

-¿Qué? ¿De verdad? Pero si no puedes beber café.

-Igualmente, me gustan los Starbucks.

-¡Yo siempre he querido ir a uno! Al venir aquí nos prometimos ir las tres…pero no hemos tenido ocasión.

-Pues vamos. Además, aunque no pueda bebérmelo…¡sí que puedo olerlo! Algo es algo.

Reí.

Desde luego, sabía hacerse querer.

Entramos a uno que había cerca.

Tom me dijo que había olido el café a distancia y por eso sabía dónde estaba.

Le felicité.

-¿Y aquí qué se pide?¡Hay unos nombres más raros…!-exclamé al leerlos todos.

-Atrévete con alguno.-me animó Tom.

-Uh, que miedo.¿Qué te parece un Mocca Frappuccino?

-Estoy de acuerdo. Total, si yo solo puedo olerlo…

Le puse una mano en el hombro con aire dramático.

-Sé que es duro,Tom, pero tú eres fuerte y podrás superarlo.

-Claro que sí.-se hizo una pausa.-¿De qué estamos hablando?

Nos reímos.

Pedimos lo que habíamos acordado, y, cuando iba a pagar, Tom se interpuso.

-¿Qué clase de caballero inglés sería si te dejara pagar?

-Uno que huele el café. Quita, yo me lo tomo, yo lo pago.

-No,no. Yo lo huelo, yo lo pago.

-¡No!-como veía que discutiendo no llegábamos a ningún sitio, propuse pagar a medias. Tom aceptó, como era de esperar.

Nos sentamos en una mesa, alejados del mundo.

Mejor, quería a Tom para mí sola.

-Voy a beber.-le informé.-¡Ah, quema!

-Normal, si es que bebes con ansía.

-Y me lo dice el que casi deja seca a mi amiga…¿eh?

Rió.

Bebí.

-Hum, me gusta.

-Sí, huele bien.

-Mejor sabe.

-Te creo.

-Yo a mí no.

Río ante lo absurdo de la conversación.

-Tom…¿puedo decirte algo?

-¿Y por qué no ibas a poder?

-No sé, porque me parece increíble todo esto. Quiero decir…yo hasta hace dos días era una chica normal, una fan más del montón…y ahora tú me estás escuchando y te estás tomando un café conmigo…

-Bueno, técnicamente, lo estoy oliendo.

Sonreí.

-Sí, bueno. Solo quería darte las gracias por todo.

-No, no hay nada que agradecer.

-No, pero es que yo quiero hacerlo. Muchas gracias por todo, Tom.

Sonrió.

Él sabía que estaba siendo sincera.

-Pues entonces, de nada.-le sonreí mientras bebía de nuevo.-¿Y qué era eso de lo que quería hablar?

-¡Ah, es cierto! Es sobre Danny.

Arrugó el entrecejo, formándose en su frente una preciosa arruga.

-¿Qué ha hecho?

-Esta mañana, mientras dormía, ha intentado morderme. Me desperté a tiempo de pegarle una bofetada y quitármelo de encima, pero…no sé, no me gusta.

-Entiendo. Este Danny…cuando se le mete algo en la cabeza, no hay quién se lo saque…

-Pues espero que se “algo”-marqué la palabra haciendo las comillas con los dedos-no sea yo.

-Pues me temo que así es.

-Vaya, supongo que si fuera otra cosa estaría contenta, pero siendo así…

-Pero no te preocupes-puso su mano sobre la mía.No recordaba de nuevo cómo respirar.-No dejaremos que Danny te haga nada.

-¿Y tú,Tom? ¿Tú no quieres comerme?

Necesitaba saberlo.

Retiró su mano de la mía. Me apené.

-No quiero hacerte daño.

Puse un puchero.

-Eso es un no…

-¡No mujer, no es eso!-rió.

-Reconócelo, lo que pasa es que no te atraigo sanguíneamente.

Reímos los dos.

-¡Claro que sí que lo haces!

-¿Sí,de verdad?

-Claro. Eres como un donut con relleno de mermelada. Bonito por fuera, sabroso por dentro.

Puse los ojos como platos.

-¿Emm? ¡Ah, perdona la comparación! Es que estaba viendo un cartel ahí que anunciaba uno así…

-¡Dios!-me salían estrellitas de los ojos de la emoción.-Gracias, Tom. Ahora me siento mucho mejor.

-Que maja. Toma, anda. Bébete mi café por mí.

-A tú salud.

-Bien.

-¿Puedo decirte otra cosa?

-Estoy aquí para lo que quieras.

-Dios, estoy por levantarme y ahogarte a abrazos.

-Adelante. Ya estoy muerto.

-¡Oins! Yo te como.

-Vaya, creía que era al revés.

Me levanté y lo abracé con fuerza.

Corrí a sentarme de nuevo.

-Quería decirte que me encanta tu voz, y tú en ti mismo, pero…que cuando cantas el estribillo de POV…me dejas sin respiración y me pones los pelos de punta. Despiertas en mí millones de sentimientos al mismo tiempo.

-Madre, qué bonito.

-Sí, tú sí que eres bonito.

Sonrió, mientras miraba hacia abajo.

-No me seas tímido, Tom. Entre nosotros hay confianza.

-Y café.-dijo, señalando los vasos de café.

-Y café, sí señor.

[POV Carol]

Oímos a Cris cerrar la puerta.

Rebe tenía una cara de querer matarla enormérrima.

-¡Tía!¡Pero que se ha ido con Tom!-me gritó, como si yo no tuviera oídos y no lo hubiera oído.

-Sí, ya lo sé.

-¡Pero,pero…!

Yo a Rebe no la entendía.

No quería estar con Tom por lo que le había hecho, pero sin embargo se cabreaba si Tom se iba con Cris. De verdad, no la entendía.

-¡Pues ahora, la dejo sin ninguna percha!-dijo, mientras le quitaba las perchas a Cris de encima de la cama y se las llevaba a su parte del armario.

Oh, qué pena. Seguro que Cris se ponía echa una furia cuando viera que no tenía perchas…sarcasmo absoluto.

Entonces, Danny, sin llamar, entró en nuestro cuarto.

-¡Eh!-nos dijo a modo de saludo. Miró en todas direcciones.-¿Dónde está la Pitufa?

-¿Cris? Cris se ha ido con Tom-le respondió Rebe.

-¿Qué? Espera…¿qué?

Yo asentí.

-Que sí, que se han ido a dar una vuelta o qué sé yo qué, como si me importara…-dijo Rebe.

-Hum…vale.¿Te vienes conmigo? He oído que por aquí hay una disco estupenda.

-¿Yo?¿Contigo?¡Toma, pues claro! Voy a ponerme algo decente…

-No, decente ya estás.

-¡Ah, pues vale!

Antes de irse, Danny se giró y se dio un golpe en la frente con la mano.

-¡Ah, sí! Que Dougie quiere hablar contigo, Carol. Dice que te espera en nuestro cuarto.

-¡Ah, vale!

¿Dougie quería hablar conmigo?¡Ohh! Por fin podría contarle eso.

-Nos vemos.

Y se fue, con Rebe.

¡Bien!A hablar con Dougie se había dicho.

Llamé a su puerta y fue corriendo a abrirme.

-¡Carol, qué sorpresa!

-Sí-dije. Como si no supiera que iba a venir.

-Vamos a hablar abajo. He visto un sitio estupendo.

-Vale.

Con él, a donde fuera.

-¿Y Harry?

-Ha ido a trabajarse más al gimnasio.

Reí.

-Que tío.

Salimos al jardín del hotel, el cual tenía un sillón balancín debajo de unos árboles.

-Me parece tan natural…-dijo.

-Me gusta.

Nos sentamos allí los dos.

-Bueno, verás, puede parecer raro, pero…ayer tuve unos…

-¿Sueños?- aventuré.

-Sí.-me miró extrañado.-¿Cómo lo sabes?

-Porque yo también los tuve.

-¿Y cómo…?

-Eras tú. Bueno, haber cómo lo explico…Estaba…Como metida en tu cabeza. Veía con tus ojos lo que tú viste…aquel día…en el camerino.

-Sí, yo… veía con los tuyos. Cómo te sentiste, cuando te ataqué y eso…incluso sentí el bocado que te pegué…

-Bocado…-reí.

-Lo siento.

-Sabes que ya está perdonado.

-Pero…no sé por qué ha pasado eso.

-Recuerdo que Peter comentó algo de una conexión…dijo que cuando un vampiro-arrugó la cara al oírme mencionar aquella palabra-muerde a una persona y la deja con vida, se crea un vínculo, una conexión.

-Y yo he bebido dos veces de ti.-dijo, con vergüenza.

-Exacto.

-Puede tener sentido.

-¿Has probado a preguntarle a Harry?

-No, primero quería hablarlo contigo.

-Oh.-hice una pausa.-Dices que soñaste…pero no puedes dormir…¿cómo, entonces…?

-Es cierto, no duermo. Son como unas visiones, o algo. Se me vino a la mente ayer como un sueño, pero no estaba dormido…

Le miré.

Aquello no parecía gustarle, y podía sentir que se sentía mal con aquello. Lo peor es que no sabía qué decirle para hacerle sentir mejor.

[POV Cris]

Salí del Starbucks riéndome a carcajada limpia con Tom.

-¿Y sabes lo que le dije?

-¿Qué?-le pregunté, secándome las lágrimas de los ojos.

-¡Eh, estamos en un país libre, si quiero llevar bigote, lo llevo!

-¡Jajajajaja!

Llegamos al hotel.

-Dios, Tom, me lo he pasado como nunca.

-Yo también. Hay que salir más veces a oler cafés.

Reí.

Entonces, vimos a Harry en la entrada del gimnasio.

-Voy a hablar con él, ¿vienes?

-No, Tom, mejor subo. Estarán deseosas de saber de mí.-dije, acordándome de pronto de mis amigas. Quería subir a contarles todos los detalles para darlas envidia. Bueno, solo a Rebe.

-Como quieras. Nos vemos luego.

-No lo dudes.-canturré, feliz mientras me dirigía a los anscensores.

Entonces, oí una risa familiar.

Y tan familiar que era.

La risa provenía de Danny, que entraba en ese momento con Rebeca por la entrada del hotel.

Juntos.

Los dos se habían ido juntos.

El corazón se me encogió al ver esa escena.

Juntos. Los dos.

Quería morir.O matar.

3 comentarios:

  1. Dios, ardo en deseos de ver cómo ha quedado el 10 e___e PD:Yo prefiero matar (?) jajajjaa ;)
    Me encanta, todo, y todo, y todo ^^

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  2. Está muy bien!!! Sube el 10 ya!!

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