domingo, 31 de julio de 2011

~Capítulo 5~

[POV Carol]

-Bueno…-dije.-Pues parece que nos hemos quedado solos.

-Eso parece, sí.-me sonrió con aquella sonrisilla suya.

Me acerqué a él y me senté a su lado.

-¿Te he dicho ya que has estado increíble esta noche? Bueno, esta noche y todas… pero no todas las noches tengo ocasión de verte.

-Tampoco yo de verte a ti. Y debo decir que estoy agradecido. No todas las noches viene una chica tan guapa a verme.

Sonrió y le devolví la sonrisa. Me acerqué a él un poco más.

-Mira, Carolina…

-Carol, por favor.

-Carol, verás…hay algo que no sabes…y…

-¿Qué no sé, Dougie?

[POV Dougie]

No podía aguantarlo más. Sentía demasiada sed y ella estaba demasiado cerca como para poder controlarme.

Cogí aire y lo solté, tratando de tranquilizarme.

-¿Qué te ocurre, Dougie?

Pum pum, pum pum,pum pum, pum pum.

-Nada, no es nada, verás…

Pum pum, pum pum, pum pum, pum pum.

Oía sus latidos como si tuviera su pecho pegado a mi oído. Suspiré y me removí, nervioso.

-No, en serio, ¿qué pasa?-preguntó con una notoria preocupación en la voz.

Pum pum, pum pum, pum pum, pum pum, pum pum.

-Verás…es que yo…yo…no soy como tú piensas que soy…yo soy peligroso…

-¿Qué tú eres peligroso?-rió.-No creo.

-Yo… deberías alejarte de mí, de verdad. Coge a tus amigas y vete, ahora. Antes de que sea demasiado tarde…

-¿Demasiado tarde?¿Demasiado tarde para qué?

Se acercó más y sus latidos se aceleraron a una velocidad alarmante. Noté cómo me salían los colmillos y me los tapé rápidamente con la mano.

-Dougie, ya me estás preocupando.¿Qué te pasa, te sientes mal? ¿Te has mordido la lengua?

Se inclinó sobre mí y me miró a los ojos. Tuve una perfecta visión de su cuello descubierto. Oí la sangre correr por sus venas…y la sed me embargó.

Bufé y me tiré sobre ella, derribándola sobre el sillón.

[POV Carol]

-¡Dougie!-grité, sobresaltada por ese repentino cambio.

Él me agarró con bastante fuerza de las muñecas, inmovilizándomelas.

-¡Dougie, para!¡Me haces daño!

No sabía qué le pasaba. Había…cambiado. Le miré a los ojos. Curiosamente, se habían hecho más grandes…y sus pupilas…eran cómo las de un gato. ¡Pero eso no era posible! No había en ellos ni rastro del Dougie con el que había estado hablando hace unos instantes.

Dougie volvió a bufar y abrió la boca. Entonces, los vi.

Colmillos. Dougie tenía colmillos. Unos colmillos larguísimos que distaban de ser humanos.

Ahogué un grito y me retorcí con fuerza, intentando liberarme de él. Conseguí tirarle del sillón y cayó al suelo.

Me levanté corriendo y salí de allí, cerrando la puerta y sujetando el picaporte. Oí a Dougie chocarse contra ella y dar golpes violentamente. No tenía mucho tiempo. ¿Qué podía hacer?

Justo a mi izquierda, a unos metros, vi una puerta en la que ponía, junto a un montón de letras más, Tom. Tenía que ser ahí donde estaban Rebe y Tom. No tenía tiempo para buscar a Cris. Recé para que estuviera bien.

Armándome de valor, solté la puerta y corrí a esta. La abrí corriendo.

-¡Rebe qué…!¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhh!-grité, con toda la fuerza de mis pulmones.

Rebe estaba sentada en el sillón…y Tom estaba detrás, agarrándola con fuerza…¡con los dientes clavados en el hombro de Rebe!

[POV Cris]

Salí afuera y me encontré a Carol gritando en medio del pasillo, mirando dentro de una habitación.

No me dio tiempo a preguntarla nada, porque entonces Dougie se tiró sobre ella y ambos cayeron al suelo.

Grité.

Carol intentaba avanzar hacia mí, arrastrándose con las manos, cuando Dougie la mordió un tobillo.

-¡Ah,joder!-gritó.

Dougie empezó a retroceder, llevándose a Carol con él, agarrada del pie.

-¡No!-grité.Me tiré al suelo y agarré de las manos a Carol, tratando de tirar de ella hacia mí.

-¡Ah, Cris ayúdame!

-¡Eso es lo que intento!

No entendía nada.¿Dougie era un caníbal?

-¡Cris!-gritaba Carol.

Yo estaba siendo arrastrada con ella por el suelo.

-¡Tranquila, que no te suelto!¡Allá donde vayas, voy contigo!

-¡Voy a morir!

-¡Voy contigo!

Conseguí sacarle una sonrisa incluso en esos ásperos momentos.

Entonces, llegué arrastrada a la altura de la puerta abierta donde Carol se había asomado…y me quedé sin respiración.

Tom estaba inclinado sobre Rebe…¡y la estaba mordiendo! ¿Y esto?

Dougie tiró con más fuerza de Carol, que volvió a gritar.

-¡Danny!-grité yo, por gritar algo.

Este apareció por la puerta.

-¿Se puede saber qué mierdas estáis…?¡Dougie!

Avanzó hacia Dougie, que soltó el pie de Carol y se puso a cuatro patas, dispuesto a lanzarse sobre ella. De un tirón, me puse a su lado. Saltó con la elegancia de un puma, pero antes de que pudiera caer sobre nosotras, Danny lo empujó en el aire y Dougie salió volando hasta el final del pasillo, impactando con una fuerza descomunal contra la pared, haciendo un boquete y cayó al suelo.

Carol y yo miramos a Danny con precaución.

¿Y yo acababa de estar bailando dulcemente con ese bestia?

Danny se giró.

-¿Estáis bien?-nos preguntó.

-Sí, creo que sí.

-No…mi pie…-dijo Carol. La miré. Estaba sangrando.

-Tenéis que iros. Ya. Inmediatamente.

En ese momento, Dougie intentó tirarse de nuevo contra nosotras, pero Danny lo atrapó al vuelo y lo empujó de nuevo, lejos de nosotras.

Danny, entonces, se echó las manos a la cabeza y negó.

-¡Tenéis que iros!

No comprendía que pasaba, pero era lo suficientemente lista como para saber que teníamos graves problemas. Tampoco sabía qué pasaba con Dougie, es como si hubiera perdido el control…aunque sabía que estaríamos perdidas como algo similar le pasara a Danny.

Me incorporé y ayudé a levantarse a mi amiga.

Oí un gruñido.

Miré a Danny, que me devolvió la mirada.

-Esos ojos…-me dijo Carol-son los que tenía Dougie antes de…

Tenía pupilas de gato. Eso solo podía significar una cosa. JO-DER.

-Jo…der-dije.

Nos dimos la vuelta y echamos las dos a corre como pudimos. Carol cojeando, por supuesto.

-¿Nos siguen?-me preguntó.

Giré la cabeza. Los dos nos perseguían, pero se iban empujado y se chocaban con las paredes, lo que les ralentizaba un poco.

-¡Un poco!-la respondí.-Tía, ¡¿pero qué pasa?¿Qué son?!

-¡No lo sé, pero sigue corriendo!

-¡Tranquila, que por muy McFly que sean no me paro! ¡¿Y qué pasa con Rebe?!

-¡Y yo que sé!

-¡Menos sé yo!

En ese momento, Danny se tiró sobre mí y caí al suelo. Unos ochenta kilos netos de tío encima de mí. Hubiera disfrutado de ese momento en otra situación, seguro.

-¡Vete sin mí!-le grité a Carol.-¡Qué mi muerte no sea en vano!

-¡Qué no vas a morir!-gritó ella.-¡Eh, Danny!

Este se levantó de encima de mí y esta le pegó una patada igual a que le pegó la chica del vídeo de Sorry´s not good enough a Tom al final.

Eso me dio tiempo para levantarme, agarrar a Carol y salir corriendo.

-¡Dios!¡Acabas de pegar al gran Danny Jones!-dije, mientras me salían estrellitas de los ojos-¡Eres mi ídola!

-¿Qué esperabas?¡Iba a comerte o qué sé yo qué!

-Jo, qué bonito es tener amigas así…

-Nunca pensé que tendríamos esta conversación corriendo por unos pasillos blancos perseguidas por Dougie y Danny endemoniados…

Doblamos hacia un lado y, sin querer, salimos al escenario.

Harry estaba allí, mirando qué sé yo qué.

Nos vio correr.

-¡Chicas! ¿Qué pasa, qué…?-se fijó en la pierna de Carol.

-¡Son los chicos!¡Están…poseídos!

Arrugó el entrecejo.

-Corred, iros.

-Pero Harry, te mataran…

-No me harán nada, tranquilas. Iros, vamos.

En ese momento, los dos locos entraron también y las dos gritamos.

Harry se lanzó contra ellos y los derribó.

-¡Iros, vamos!

Asentimos y, asustadas como estábamos, no dábamos con la salida.

-¡¿Por dónde leches se sale?!-gritó Carol.

Podíamos oír detrás nuestra los gruñidos de Danny y compañía.

-¡No sé, joder!

Estaba muy preocupada por nosotras, pero más aún por Rebe.

En estas estábamos cuando apareció el segurata de antes.

-Follow me!

Nos miramos entre nosotras.

-No perdemos nada por seguirle.

-Pues no.-asentí.

Le seguimos y nos enseñó la salida.

-¡Gracias!-le gritamos las dos mientras salíamos de allí despavoridas.

-Ojalá Rebe estuviera aquí… no ha podido cumplir su amenaza de matarle.-me lamenté.

-Eso es lo de menos…¡lo que importa es saber qué ha sido de ella!

Oímos un bufido muy cerca de nosotras.

-¡Corre!

Corrimos hasta la parada de taxis más cercana y cogimos el primero que había.

-¡A casa, por favor!-le gritamos al conductor.

Nos dimos la vuelta para mirar el recinto donde habíamos estado hace nada. Nos alejábamos en el taxi.

Respiramos, algo más tranquilas.

Pero entonces, por el parabrisas del conductor, pudimos ver que, bajo la sombra de una farola rota, estaban Dougie, Danny y Harry, con los brazos cruzados.

viernes, 29 de julio de 2011

~Capítulo 4~

[POV Dougie]

Intenté evitar que se abalanzaran sobre aquel hombre, pero no pude.

Así que me quedé allí, de pie, apartado en un lado, observando cómo mordían a aquel pobre señor.

El olor de su sangre se filtró en el aire y me recordó lo sediento que estaba. Sería tan fácil dejarme llevar y apagar al fin esa sed que sentía desde hace tanto tiempo…¡pero no,no! Tenía que aguantar…aunque mi voluntad se derrumbaba por momentos.

-¡Eh, Doug! Toma.- Tom me señaló el brazo del hombre que no estaban mordiendo.

La garganta me ardía, me ardía tanto que me llevé las manos a ella.

-No, Tom, no quiero.-intenté resistirme a su ofrecimiento.

-Pero Doug, tienes que comer…¡vamos, solo un mordisco!

-¡Puag, esto de morder en una pierna es asqueroso!-saltó Danny, de repente.

-Danny, pero si la arteria femoral es la mejor…

-Harry tío, eso me dices siempre… pero tú nunca muerdes ahí.

-Yo soy más de cintura para arriba, Danny.

Tom y yo coreamos un “Uhhh, lo que te ha dicho”.

-Que sí, pero yo tengo la mejor…

-Claro, ahora, ¿no Danny?

-Claro, tíos.

Agradecí a Danny que hubiera desviado la conversación hacia otro tema, aunque eso supusiera dejar su persona por los suelos…bueno, aunque siempre lo estaba. Él era el que más solidarizado conmigo estaba con mi campaña de “Por un mundo sin mordiscos”.

Como siempre, cuando acabaron con él, lo dejaron allí. La policía se pensaría que sería algún vagabundo drogadicto más que había muerto por sobredosis de cualquier cosa que se hubiera metido y no le darían más vueltas.

Mientras volvíamos al hotel, Danny se me acercó.

-Doug…no sé cuánto tiempo más vas a aguantar así. Cada vez tienes peor aspecto.

-Pero es que no quiero…

-Te lo digo porque algún día vamos a tener una desgracia.

-¿Qué quieres decir?

-Sabes exactamente lo que quiero decir. Así que… no quiero presionarte, pero, por tu bien y el de todos…

-Sí…ya sé.

Me dio unas palmaditas en la espalda.

-Lo siento, tío.

-Más lo siento yo.-le respondí, con pesar.

[POV Cris]

Estábamos nerviosas, más que eso…¡estábamos frenéticas!

-Tías…-les dije por vigésima vez aquel día.-¿Sois conscientes de que vamos a un concierto de McFly?

-¡Síiiiii, lo somos!-me respondieron ellas también por vigésima vez.

-Y vamos a tener los mejores sitios, en primera fila. Nos lo aseguró Harry.-comentó Carol.

-Sí, tías, pasaremos por delante de toda esa gente que llevará una semana ahí…¡y nosotras nada!

-Rebe…no creo que esté bien reírse de esas personas.-la reprendí.-Imagínate que tú fueras alguna de ellas.

-¿Hola?¡Tierra llamando a Cris!-me dio unos golpecitos en la cabeza.-Pero da la casualidad que no somos ellas…¡somos mejores!

Comprendí que era una batalla perdida intentar hacerla entrar en razón, así que desistí. Ella sabría lo que hacía con su vida.

Cuando estuvimos listas, nos fuimos. Llegamos pronto.

-¡Bueno!-exclamó Rebe, impaciente.-¿Y ahora por dónde entramos?

-¿Qué tal por allí?-aventuró Carol.

-¿Qué te hace pensar que es por allí?

-No sé…¿quizá por qué hay un segurata que custodia una puerta?

-Tiene sentido.Vamos.

Nos acercamos a él y le enseñamos las entradas.

-Oh, yes, yes. Follow me.

Se dio la vuelta y emprendió la huída.

Nosotras nos encogimos de hombros y le seguimos sin vacilar. Nos llevó hasta enfrente del escenario.

-¡Ala, qué pasada!

-¡Qué cerca!

-¡Cómo alguno se escurra, se nos cae encima!

Todas reímos ante la verdad que había soltado.

-Thanks for follow me.-nos dijo el segurata y se perdió en la inmensidad de la gente que entraba a pista.

-¿Nos ha dado las gracias por seguirle?-preguntó Carol, extrañada.

-Pobre…me da pena.-dije yo.-Anda Rebe, vete a seguirle un rato más, anda.

-¡Sí hombre, yo de aquí no me muevo hasta ver a Tom!

-Ah, ¿eso quiere decir que después de verle te vas o qué?

Me pegó un puñetazo en el hombro y me callé, porque sabía que podía recibir más.

Esperamos, esperamos, esperamos y esperamos…y empezó el concierto al ritmo de Party Girl. Los veíamos cerquísima y estábamos que nos moríamos de la emoción.

Y bailamos,y cantamos, y bailamos, y cantamos, y bailamos, y cantamos…hasta que se acabó.

-Jo, esto se acaba.-dijo Rebe.

-Para ellos-señalé a los fans que teníamos atrás, a toda aquella masa de gente- se acaba, pero para nosotras, empieza.

Nos reímos.

Entonces, el mismo segurata de antes, se acercó a nosotras.

-Eh, follow me again!

-Que pesado es con que le sigamos, diantre.

-Eso,eso.

-Pero le seguimos, que es lo importante.

-Sí, seguirle, le seguimos.

Nos llevó hasta lo que supusimos, era el camerino, puesto que nos dejó delante de una puerta.

-Thanks for follow me again!-nos dijo, antes de desaparecer por los blancos pasillos.

-Os lo juro-dijo Rebe- cómo tenga que seguirle otra vez, será la última vez que guíe a alguien en su vida.

-¡Anda ya, no seas agresiva!-la dije.

-¡Vamos, abre la puerta!-me apremió Carol.

-¿Qué la abra, dices? Que miedo…

-¡Vamos, ábrela!

-Bueno, vale…

La abrí de sopetón y nos encontramos con que allí estaban, los cuatros, más guapos que nunca.

-¡Holaaaa!-gritamos las tres, entrando y cerrando la puerta tras nosotras.

-¡Chicas!-Danny abrió los brazos y envolvió a las tres en ellos.-¡Habéis venido!

-¡Cómo para no venir, Danny!-le dije.

-¡Habéis estado fantásticos!

-¡Gloriosos!

Nos deshicimos en halagos para con ellos.

Danny estaba de pie, escuchándonos, Harry estaba apoyado en la pared, Tom estaba tumbado en un sillón moviendo los pies arriba y abajo y Dougie estaba sentado en un sillón, mirándonos.

-Jajaja, muchas gracias, chicas, de verdad.-dijo Harry, mientras abría la puerta.-Ahora vuelvo, tengo que hablar con Jake.

-¿Jake?-preguntó Carol.

-Nuestro nuevo mánager. Fletch se nos quedó…algo seco.

Danny rió, pero ninguna lo entendimos.

-Lo dicho, ahora vengo. No os mováis, ¿eh?

-No se nos ocurre, Harry.-le dije.

Este sonrió y salió por la puerta.

-Bueno…-Tom se incorporó y se sentó en el sillón.-Cristina…

-Llámame Cris, por favor.

-Cris, ¿quieres ver cómo me bebo un batido por la nariz?

La cara se me iluminó y una sonrisa de oreja a oreja se alojó en mi rostro.

-¿Qué?¿De verdad? ¿Quieres que yo lo vea?

Tom asintió.

-Pues…

-¡No, Tom! Tengo que enseñarle a Cris mi colección de púas de colores.-me interrumpió Danny.- Lo del batido puede verlo luego.

-¡Púas de colores!-grité, emocionada.

-Bueno, vale… primero las púas.

-Tom, ¡yo sí quiero verlo!-gritó Rebe, saltando.

-Bien, pues, ven a verlo tú primero.

Se levantó y él y Rebe salieron por la puerta.

-¡Adiós chicas, me lo voy a pasar teta!

Carol y yo nos miramos y negamos con la cabeza. Esa chica no tenía remedio ninguno.

-Bueno, Cris…¿quieres ver esas púas?

-¡Quiero verlas!

Salió y esperó a que le siguiera.

-Adiós Carol, hasta luego Dougie.-me despedí.-No hagáis nada que yo no hiciera.

-No hay nada que tú no hagas.

-Por eso.

Y mientras me reía, cerré la puerta.

[POV Rebe]

Cris era tonta.

¡Mira que dejar a Tom para irse con Danny! Bueno, aunque me había hecho un favor.¡Ahora tenía a Tom para mí sola! Y no sabía con qué fin…

Tom se paró delante de una puerta que estaba a unos metros de la habitación que habíamos abandonado. Abrió la puerta y me la sujetó para que entrase.

-Entra.

-¡Faltaría más!

Entré. Era un camerino idéntico al otro, solo que este…este…olía a Tom. De esa deliciosa manera como él solo podía oler.

-¿Quieres sentarte?-me ofreció, señalándome un sillón.

-Claro.

Tomé asiento.

-Bueno, voy a hacer el batido.-dijo, mientras pasaba detrás del sillón y se encaminaba hacia una mesa que había detrás, frotándose las manos y relamiéndose los labios. Ese batido debía de estar realmente bueno.

-Vale, tengo todo el tiempo del mundo.¿Te he dicho ya que has estado fantástico?

-Sí…unas treinta veces. Pero por una vez más, no pasa nada. Gracias.

-¡No hay de qué! Si es la verdad…

Entonces, sentí que me pasaba los brazos por encima de mi hombro y metía la cabeza en mi pelo.

-Tom, ¿qué…?

-Chsst.

-¿Y el batido?

-Chsst.

Sentía su respiración en mi nuca y eso me producía un agradable e intenso cosquilleo. Con una mano, me apartó el pelo del cuello y me lo puso a un lado. Pasó su nariz por mi cuello, arriba y abajo, mientras su respiración me seguía haciendo cosquillas.

-Tom…-le dije, mientras cerraba los ojos y le agarraba un brazo. Necesitaba algo a lo que aferrarle, necesitaba saber que él de verdad estaba ahí.

-Tienes un cuello muy bonito.

Su aliento contra mi cuello me hizo estremecerme más. Me gustaba.

-Pues no es lo único bonito en mí.

Supe, aunque no le veía la cara, que estaba sonriendo.

Entonces, me besó el cuello. Y suspiré.

[POV Cris]

-Gracias por querer compartir conmigo tu colección de púas de colores.-le dije mientras avanzábamos por el pasillo.-Deben de ser muy especiales.

-No es nada,mujer. Y bueno… al principio, sacamos esas púas, pero me encariñé con la púa naranja y ahora siempre usamos esa. Fue amor a primera vista.

-Como con Kate-reí.

-Sí-sonrió- como con Kate. Mira, aquí es.

Abrió la puerta y la sujetó mientras hacía una reverencia.

-Que pase su alteza.

Me quedé parada mirando lo que había dentro.

-Eso, que pase, que pase.

-¡Me refería a ti, Cris!

-¡Y yo a ti, Danny!

Nos reímos los dos. Me sentía bien a su lado.

-Bueno, pues si no pasas tú, paso yo.

-Pues pasa.-le dije.

Al final, pasamos los dos a la vez e hicimos como que nos quedamos atrapados en la puerta.

-O pasas tú o paso yo, pero los juntos no se puede.

Reí y entramos, al final.

Danny se giró, cerró la puerta y se volvió a girar para mirarme.

-Ahora, estás sola conmigo.

-Uh, que miedo.”A solas con Danny Jones” Me da para una película, fíjate.

Rió.

-Bueno, las púas.

Se fue al final de la habitación y se puso a rebuscar sobre una mesa que tenía un montón de cosas apiladas.

-No las encuentro.

-Si fueras más ordenado, las encontrarías.

-Eso me decía mi madre y mira… yo soy ordenado, pero luego es que viene Harry y me lo descoloca todo.

-Ya, seguro que Harry no tiene otra cosa mejor que hacer que venir a descolocarte tus cosas, Danny…-reí.

-Que sí, que ahí donde le ves, es un desordenado de las cosas ajenas.¡Desisto! Tom se las ha debido de comer.

-¡Qué se las va a comer Tom!-reí.

-¿Otro que no tenía otra cosa que hacer? Seguro que las confundió con bombones o algo…

-¡Qué malo eres, Danny!-sonreí.

-Bueno, pues no hay púas…-me agarró de la cintura y empezó a darme vueltas.-¡Pero podemos bailar!

-Bailemos pues, pero debo advertirte que no tengo ni idea…

-Yo siempre piso a Dougie cuando bailamos, pero está acostumbrado, no se queja. Haber, pon…-me puso mis brazos alrededor de su cuello-ahá y yo pongo esto aquí.-puso sus manos sobre mi cintura.

-Es la primera vez que bailo sin música.-observé.

-¡Ahí va!¡Tom se ha comido los discos también!

-Que va, lo que pasa es que te da pereza poner alguno…

-Lo que me da pereza es buscarlos.

-¡Ahá, lo sabía! De todas formas, estoy agusto así…-apoyé la cabeza en su pecho mientras dábamos vueltas y más vueltas.

-Yo también.

[POV Danny]

Lo que estaba era sediento, e incluso más allá. Ese vagabundo que nos comimos hace dos días no era más que un simple aperitivo, su sangre me había sabido corrompida, sucia. En cambio, la de Cris…se me hacía la boca agua solo de pensar en morderla.

Su corazón latía desbocado contra mi pecho. Podía oír cada una de sus pulsaciones, siempre en aumento, e incluso la sangre correr por sus venas.

Me agaché y escondí la cabeza en su cuello, oliendo su perfume.

-Me haces cosquillas.-rió ella.

Recordé lo que Harry nos había dicho. “Podéis morder en cualquier parte del cuerpo de una persona, pero si la mordéis en el cuello y bebéis de ella, la convertiréis en uno de nosotros”.

No quería convertirla…¿o sí? Me acordé de Dougie. Esta chica seguro que sería como él. No quería eso para ella…¡pero quería bebérmela! Tan fácil como morderla el brazo…¡pero yo quería el cuello!

Saqué los colmillos y decidí que mordería y luego pensaría en las consecuencias. Eché la cabeza hacia atrás para tener mejor ángulo y cuando me dispuse a clavarle los dientes, se oyó un grito.

-¿Qué ha sido eso?-preguntó ella, separándose de mí y yendo hacia la puerta.

¡Maldición!¡Otra vez se me había ido! Pegué un violento puñetazo a la pared, formando un agujero.

Escuché cómo abría la puerta y salía fuera…cuando pegó ella otro grito.

martes, 26 de julio de 2011

~Capítulo 3~

[POV TOM]

Finalmente, Danny me quitó mi Hedwing y se la comió.

Le miré con odio.

-¿No has dicho que sabes dónde hay más? Pues ve.-me dijo.

Negué con la cabeza, me di la vuelta y eché a correr. Trepé de un salto a un árbol cercano, salté hasta su rama más alta y cacé otra lechuza que sobrevolaba el árbol. Esta movía las alas con furia, intentando escapar de mis manos.

-Bueno…haber si esta no me la quita Danny.-dije, mientras le hundía los dientes a aquel plumífero manjar. Me la acabé de un sorbo.-Pues tenía razón Harry, muchas plumas y poca sustancia… ¡Cogeré otra!

Después de cinco lechuzas más, decidí que estas habían perdido su gracia, y busqué otra cosa. No encontraba nada.

-¿Cómo puede ser que esté en un bosque…y no encuentre nada que me guste? ¡Se supone que este es mi nuevo menú a la carta!

Entonces, lo divisé. Estaba detrás de un arbusto. Un enorme, peludo y robusto jabalí. Me acerqué un poco más. Podía oír su sangre fluir en sus venas… un sonido muy atrayente… y delicioso. Como el sonido de unas patatas fritas friéndose en una sartén.

Me acerqué un poco más, me agazapé y…salté sobre el jabalí, que no fue consciente de la situación hasta que le rodee el cuello con mis brazos y le sujeté fuertemente mientras le mordía. Di buena cuenta de él. Cuando acabé, me levanté y me sentí gratamente bien. Al menos, ya no tenía hambre.

Decidí volver con los demás. No fue difícil, solo tuve que seguir el rastro de ardillas muertas hasta llegar de nuevo al prado de antes.

Danny estaba tumbado sobre un tronco tirado en el suelo y Harry y Dougie hablaban sobre una roca.

-¿Qué,Tom, ya has comido?

-Sí, Harry.Tenías razón con las lechuzas…así que opté por un jabalí.

-Nunca cambiarás, siempre serás el Fat boy de siempre. Lo llevas dentro de ti.

-Como tú la tontería, ¿no, Danny?

-Exacto.

Nos quedamos en silencio, hasta que Harry lo rompió.

-Bueno, chicos, he estado pensando y ya sé qué podemos hacer.

-¿El qué?-inquirimos.

-Vamos a tomar el ejemplo de las chicas y nos vamos a ir. Esta noche. Volveremos y diremos que hemos acabado el disco, que, en cierto modo, es verdad. Y seguiremos con la gira y todo según lo planeado. Los conciertos son de noche, así que no habrá problemas. Que vivamos en Reino Unido es una gran ventaja, ya que suele haber poco sol…cuando lo hay. Así pues, lo de salir por las mañana no queda del todo descartado.

-¿Y cómo haremos para comer?-pregunté.

-Mucho tardabas en preguntarlo, Tom.-sonrió Harry.-Para eso también tengo un plan. Veréis, haremos esto…-y nos lo contó.

Todos asentimos, todos…menos Dougie.

-Yo no creo que sea una buena idea.

-Bueno, ¿y qué sugieres? Sabes que no podemos hacer otra cosa.

Dougie bajó la cabeza. Sabíamos que no le parecía bien, pero no podía ser de otra manera.

-Bien.-Harry se puso de un salto a mi lado.-Pues, si ya hemos acabado de comer, vámonos. Corriendo, no tardaremos en llegar.

Asentimos y echamos a correr, amparados por la oscuridad de la noche.

[POV Cris]

-¡Criiiiiiiiiis! ¿Estás lista ya?-me preguntó mi impaciente amiga Rebeca.

-¡Pues no! ¡Algunas no somos tan rápidas como tú, ¿sabes?!-la respondí.

-Pues como no te des prisa, vamos a llegar tarde.

-Que sí…

-Pero si aún queda una hora… ¿a dónde vais con las prisas?-preguntó Carolina, otra de mis amigas.

Os explico.

Carolina,Rebeca y yo somos tres chicas españolas que, por circunstancias de la vida, nos habíamos ido todo el verano a la casa de mis padrinos, que vivían en Londres. Sí, un poco lejos de mí, pero qué más da.

Nosotras siempre habíamos querido viajar allí, y ellos nos ofrecieron su casa. Estábamos solas, ellos se habían ido a hacer una especie de viaje alrededor del mundo, y volverían casi al final del verano. Eso era bueno, puesto que era Junio.

-Ya estoy, doña impaciente.-dije, bajando las escaleras y yendo al salón.

Allí estaban las dos sentadas, mirando Teen Wolf en la tele.

-Ese capítulo es repetido.

-¡Calla!-me espetaron las dos.

-¿Y ahora, qué ha pasado con las prisas?

-Hasta que no acabe, no nos vamos.

-Eso,eso.

Puse los ojos en blanco y me senté al lado de ellas. Carolina era la más alta de las tres y tenía el pelo largo, liso y negro. Rebeca era mediana y tenía el pelo castaño, también largo y rizado y yo…bueno, era yo. Bajita, con el pelo también largo y castaño y rizado. Las tres formábamos un cuadro interesante.

Cuando terminó, nos fuimos a casa de nuestra amiga Silvia, que vivía allí y hacía bastante tiempo que no veíamos.

Nos saludó con una cálida y acogedora bienvenida.

-¡Chicas!-gritó al vernos, fundiéndonos en un abrazo.-¡Cuantísimo tiempo sin veros!

-¡Lo mismo, Sil!-la contesté yo.

Nos quedamos en su casa hasta una hora bastante alta de la noche.

-Bueno, chicas, ¿de verdad no queréis que nos acompañe a casa?

-No, Sil, no hace falta. Daremos un paseo.-le dijo Carol.

-Cómo queráis.¡Pero, por favor, que no pase tanto tiempo hasta que no volvamos a ver!

-Tranquila-le dijo Rebe- Vamos a estar aquí mucho tiempo, podemos quedar con frecuencia.

-Sí, me gustaría.

Nos despedimos de ella y echamos a andar. Entramos en un parque bastante…siniestro.

-Este parque es aún más misterioso por la noche que por el día, no me gusta.-observé.

-No está mal, tiene bancos.-dijo Rebe. Carol y yo nos reímos de su ignorancia.

[POV Harry]

Habían pasado ya dos semanas desde que Dougie y los otros dos habían dado el cambio y todo estaba saliendo a pedir de boca.

Habíamos presentado el single “Party Girl” en varios programas y habíamos hecho alguna que otra actuación de noche.

Y ahora, estábamos paseando por Londres, en busca de comida.

-¡Eh!-Danny señaló un parque mal iluminado.-¿Qué os parece allí?

-Es perfecto.-asentí.

Entramos en él.

Danny y Tom iban delante, olfateando en busca de alimento. Estaban más que sedientos. Era algo normal en los vampiros recién convertidos, tardarían algo de tiempo en acostumbrarse…cosa que ni yo mismo lo estaba.

Miré a Dougie, el cual andaba mirándose los pies. Me inquietaba. No había bebido absolutamente nada desde que se convirtió. Estaba realmente preocupado por él. Yo, en su lugar, estaría totalmente desquiciado por la sed, pero él se mantenía sereno. Ya hablaríamos más tarde.

Un gruñido gutural de Tom me puso sobre aviso. Había comida cerca.

Mordíamos a gente como vagabundos o gente a la nadie echaría en falta, en el caso de nos sobrepasáramos, no pudiéramos parar y se nos muriera.

Pero al ver cómo reaccionaba Tom, que siempre reaccionaba de manera recia a morder a estas personas porque no podía cazarlas y no representaban un reto para él, supe que esta vez era diferente.

De repente, pegó un saltó y le perdí de vista, después, oí un grito descomunal.

[POV Cris]

Íbamos bromeando sobre lo mucho que había cambiado Silvia en todo este tiempo cuando, así, como caído del cielo, un chico apareció de un salto ante nosotras.

Gritamos del susto, pero al verle la cara, gritamos de la emoción.

-¡Madre míaaaa! ¡Es Tom Fletcher!

-¡Tom, Tom, Tooooooooom!- Rebe empezó a hiperventilar, pero ni Carol ni yo la hicimos caso, estábamos demasiado ocupadas comiéndonos a Tom con la mirada.

Tom abrió los brazos y avanzó hacia nosotras, lo que nosotras nos tomamos por un abrazo y corrimos hacia él, pero entonces apareció otro chico y agarró a Tom por detrás.

-¡Madre mía Carol! ¡Hoy es nuestro día de suerte!-grité.

-¡Es Harry!¡Cris, tía, que es Harry!

-¡Eh! ¿Qué hay?-nos preguntó Harry.

-¡Tíaaaaaaaaaaaaaa!¡Qué Harry nos ha hablado!

-¡Ahhhhhhhhhh, Dios!

Incapaces de aguantar más sorpresas, empezamos a reír histéricamente. Pero, de pronto, aparecieron los dos integrantes de nuestra banda favorita que faltaban.

-No…-dije, mientras le apretaba a Carol el brazo.-¡Tíaaa, que ese es Danny! ¡Mírale! ¡Danny! ¡Y va con su camisa de rayas de siempre!¡Ahhhh, me mueroo!

Pero Carol no me contestaba,estaba demasiado ocupada mirando a Dougie, que apareció por detrás de Danny.

-Hola.-nos dijo con una sonrisilla tímida.

Miré a Carol y la dije.

-Tía, amo a mis padrinos.

[POV Harry]

Me estaba costando lo mío tener sujeto a Tom para que no se lanzara sobre las chicas y mantener la compostura a mí también.

Como pude, me lo llevé aparte para intentar calmarle.

-Tom, Tom, tranquilo.-le dije.

-Pero, ¿por qué? ¡Déjame comer!

-No, estás muy hambriento…no creo que vayas a poder parar.

-Pararé, Harry.

-Tom…tú has matado a todo aquel que te has comido. Esas chicas no son indigentes, si las matas, se acabó. Todo.

[POV Danny]

-¿Puedo darte un abrazo?-me preguntó la más bajita de las tres.

Le sonreí.

-¡Claro!- y la abracé. Ella me pasó las manos por el cuello, dejándome al descubierto el suyo. Olía deliciosamente bien.

Le rocé el cuello con la nariz y ella se encogió, riendo.

Saqué los colmillos y me dispuse a morderla, sería tan fácil…

-¡Dougie! ¿Puedo abrazarte a ti ahora?

Antes de que me diera tiempo a morderla, ella se había despegado de mí y miraba hacia Dougie, el cual estaba siendo sometido a una cantidad considerable de fotos con la chica alta, mientras que la otra…estaba sentada en el suelo.

-Toma-le dijo Dougie a la chica alta. Se quitó la cinta del pelo rosa que ahora le había dado por ponerse.-Para ti.

Esta se volvió hacia sus amigas.

-¡Mirad, mirad lo que me ha dado Dougie!

-¡Ala, qué morro!

Y todas se pusieron a saltar, contentas por la adquisición de la otra.

Dougie abrazó a la bajita y se echaron una foto.

Entonces, la que había estado sentada en el suelo, se me acercó.

-¿A dónde ha ido Tom?-me preguntó.-¿Se encuentra bien?

-Sí, es que cuando ve chicas tan guapas como vosotras se pone así. No tiene remedio.

La chica rió.

-Danny, ¿puedes…?-la bajita señaló la cámara que llevaba en la mano.

-Por supuesto.-la sonreí.-Ven.

“Sí, ven”-pensé.

Nos echamos la foto y rebusqué en los bolsillos.

-Mira-dije, mientras le ponía en la mano una de mis púas naranjas.-Para que no tengas nada que envidiar a esa cinta correosa de Dougie.

-¡Ala! ¡Esta es una de las púas que chupas tú!-me dijo, emocionada.-Pero esta no está chupada…

-Fácil, espera.

Me la metí en la boca como un caramelo y se la volví a dar.

Ella se reía a carcajadas.

Podía oír su corazón bombeando sangre más rápidamente… y me gustaba. Tenía que encontrar la manera de morderla.

Abrí los brazos.

-¿Otro abrazo?-la ofrecí.

-¡Sí!

Me abrazó como antes. Qué bien olía, joder. Saqué los colmillos y…

Tom me palmeó la espalda.

-Ya estamos aquí.-dijo.

Me tuve que separar de la chica.

-Ah, hola, Tom.

-¡Tooooooooom!-la chica mediana que me había hablado antes se abalanzó sobre este.

Este se puso rígido,porque, al igual que yo, tenía hambre… y oía muy próximo a él los latidos descontrolados de la chica. Le estaba tentado.

Todos nos hicimos fotos con ellas y hablamos largo y tendido.

-Mirad, chicas…-Harry se sacó de los bolsillos las tan famosas entradas.- No sé si querrías ir al próximo concierto que hacemos…

-¡Sí, claro que queremos ir!

-¡Queremos, queremos!

-Bien.-se las tendió.-Estas no son entradas cualquiera. Tenéis las mejoras, las más cercanas a nosotros…y acceso a los camerinos. Cuando acabe el concierto, mandaremos a alguien a por vosotras, ¿qué os parece?

-Que acabamos de ver el cielo abierto, eso nos parece.-respondió la chiquitina, que respondía al nombre de Cristina.

-¡Sí, y estamos viendo cuatro ángeles!-dijo la mediana, Rebeca, creo que había dicho.

Tom, Harry y yo reímos ante el uso de la palabra “ángeles” para referirse a nosotros.

-Sí, ángeles…

Después de darnos las gracias un millón de veces, y unos cuantos abrazos más, se fueron.

-¡Nos veremos pronto!-las grité.

Las seguimos con la mirada hasta que salieron del parque.

Me giré hacia Tom.

-¡Tú eres tonto, tío! ¿Tú has visto lo que me iba a comer? ¡Y se me ha escapado por tú culpa!

-Danny, la hubieras matado…reconócelo.

-Yo solo maté dos.

-Suficiente.

-Chicos…-interrumpió Dougie.-¿Por qué habéis tenido que darles entradas a ellas? Me han caído bien, no me gustaría que…-enmudeció.-No se lo merecen.

-No las pasará nada, Dougie.-le aseguró Tom.

-Pero, para asegurarnos, mejor será que comamos algo.-dijo Harry.

-Sí, son demasiado bonitas como para echarlas a perder…-dije. Tom me pegó un codazo.

Nos giramos y vimos a un hombre harapiento que se tumbaba en un banco. Nos miramos entre nosotros y sonreímos, mientras nos lanzábamos sobre aquel hombre.

lunes, 25 de julio de 2011

~Capítulo 2~

[POV Harry]

Se lo habían tomado todos bastante bien. A mí me costó bastante aceptar en qué me había convertido, pero ellos… simplemente, lo aceptaban.

Danny dormía en un sillón, y Dougie seguía aún corriendo, perseguido por Tom. Podían correr todo lo que quisieran ahora, porque no se cansarían nunca.

Al rato, Dougie vino corriendo.

-¡Harry, mira!-me enseñó el dorso de sus brazos, que estaban llenos de mordiscos-¡Mira lo que me ha hecho Tom!

-¡Tom!-le llamé.

Este apareció con la cabeza gacha.

-¿Qué?

-¿Cómo que qué? ¿Te parece normal comerte a tus amigos?-le reprendí.

-Técnicamente, no me lo he comido, solo lo he mordido…

-Lo mismo da, Tom. No se puede ir repartiendo mordiscos por la vida.

-Pero es que yo tengo hambre.

-Ya queda poco para salir a comer, sé paciente.

-Me pides demasiado.

-Te pido lo básico. Asique siéntate o échate la siesta, como Danny.

-Yo no sé cómo puede estar tan pancho, el tío…

Asentí. Danny era…Danny.

La tarde se hizo muy pesada para todos. Tom tenía mucha hambre y mordía todo lo que estaba a su alcance, incluso recibió una pequeña descarga cuando pasó a morder la televisión. Danny dormía y Dougie…estaba sentado en un sillón, con la mirada perdida. Él era el que peor lo llevaba de todos, aún no podía aceptar el cambio que había dado.

Miré el reloj. Sí, eran las nueve y media. Me levanté del sillón.

-¿Ya nos vamos a comer?-dijo Tom, impaciente.

-Sí, Tom, ya nos vamos.-dije, mientras subía las persianas y escrutaba el bosque de fuera. –Despertad a Danny, anda.

Tom le dio dos sonoros bofetones a Danny en la cara.

-Se nos ha muerto.-sentenció, al ver que no se despertaba.

-¿Cómo puede morirse si ya lo está?-preguntó Dougie.-Lo que pasa es que tiene un sueño profundo. Verás.

Cogió el mando de la televisión y lo tiró contra el suelo.

-¡Ahhh!¡¿Qué ha sido eso?!-Danny se despertó gritando y dando patadas al aire.

Dougie miró a Tom con aires de suficiencia.

-Te lo dije.

Tom estaba procesando todo lo que acababa de ver y no le respondió.

-Bueno, si habéis terminado de hacer el idiota, podemos salir.-les dije.

-¡Sí, vamos!

Salimos todos afuera.

-Oye, Harry, ¿qué vas a hacer con Fletch?-me preguntó Danny, señalando el cuerpo de este.-Está muerto y cuando digo muerto, no me refiero cómo nosotros…

-Pues…

En ese momento, mis chicas hicieron su aparición.

-¿Dónde estabais?-las pregunté, mientras se me acercaban y las abrazaba a todas.-Me teníais preocupado.

-Estuvimos reunidas, hablando.-me respondió una. No sé cuál, ya que nunca me había molestado en preguntarlas sus nombres.

Tom se escondió detrás de Danny.

-¿Tío, pero qué…?- se calló cuando vio a la chica de la limpieza entre el corro de chicas que me rodeaban.-¡Pero mira quién es! ¡Vamos, ve a hablar con ella!

-¡No!

-Tom, estás muerto, ya no tienes nada que perder…

-¡Qué no estoy muerto!

-¡Pues así mejor, ahora estáis los dos en igual de condiciones! Vamos, ve y habla con ella.

-No.

-No me seas tímido, tío.

En ese momento, la chica se dio la vuelta y miro a Tom.

-Danny, que me está mirando.

-No, no creo, más bien diría que me está mirando a mí…

Tom le dio un pisotón a Danny.

-A mí no me pises, tío, ¿eh? Que voy y se lo digo todo, ¿eh?-dijo Danny, señalando a la chica.

-¿Decirme, qué?

Sin decir nada, la chica se había colocado tras ellos.

-¡Ah,hola!-la saludó Danny.Miró a Tom.-Bueno, yo ya he cumplido aquí. Os dejo para que habléis de vuestras cosillas.

Y se fue al lado de Dougie, dejando a Tom solo, frente a ella.

-Harry, ¿nos estás escuchando?-me preguntó una de las chicas.

-¿Emm? Sí, sí, decidme.

-Estábamos diciendo que nosotras te queremos mucho y eso… pero que no podemos quedarnos aquí más tiempo.

-Eso, queremos ver más mundo. Disfrutar de la nueva vida que nos has dado.

-Asique nos vamos. Esta noche.

-Sí, esta noche.

-Oh, vaya…no me esperaba eso. Pero si es lo que queréis, no os detendré.

-¡Oh, Harry! Eres un cielo.

Nos abrazamos de nuevo y me despedí de ellas una por una. También se despidieron de Danny y Dougie.

-Sin rencores, ¿eh?-bromeó Danny.-Lo digo por lo de morderme y eso.

Eso las hizo reír.

Entonces, la chica de la limpieza, se reunió con ellas. Se despidieron y echaron a correr, perdiéndose en la noche.

Danny me palmeó la espalda.

-Bueno, Harry, nos hemos vuelto a quedar solos tú, Tom, Dougie y yo.

-Dame una buena razón para no irme con ellas.-le dije.

-Hum…pues que nosotros somos tíos sexys con un objetivo en la vida…

-¿Si? ¿Y qué objetivo es ese?-le pregunté, interesado.

-No sé, yo he dicho que tenemos un objetivo, no que lo supiera.

-Joder, Danny, tío, eres imposible…

En ese momento, Tom se reunió con nosotros.

-Tom…¿y esa cara de muerto que traes? ¡Ah, no, que no lo estás! No, en serio tío, ¿qué te pasa?- le preguntó Danny.

Tom negó con la cabeza.

-Ella…se ha ido, con las demás. Yo quería que se quedara aquí conmigo, pero…no quiso.

Danny fue y le palmeó la espalda a Tom ahora.

-No te preocupes, hay más peces en el río y, sino, estoy yo…

-Ni loco, Danny. Ni loco.

Danny rió.

-Bueno, vamos a comer.

A Tom se le iluminó la cara.

-¡Comer, comer!

-¿Y qué vamos a comer?-preguntó Dougie, sabiendo la respuesta.

-Ya lo verás.-le dije.-Vamos, seguidme.

Y eché a correr, adentrándome en el bosque.

Oí que ellos me seguían y no me detuve hasta llegar a un claro.

-¡Guau!-exclamó Tom.-¡Menuda velocidad!¡Es…genial!

-Pues ponte un condensador de fluzo en el culo y ya sabes, Tom, vete al futuro…

-Gracias por la idea, Danny, de verdad.

-Soy brillante, lo sé.

-¿Sabes lo malo? Que ahora, como soy un vampiro, también puedo ver tu cara de bobalicón en la oscuridad.

-Uhhh.-metió baza Dougie.-Lo que te ha dicho.

Danny y Tom se miraron y se fundieron en un abrazo, riéndose.

-La última vez que te abracé…me pegaste un mordisco.

-Calla, no me lo recuerdes, que me tuve que lavar la boca con lejía después de eso…

Todos nos reímos.

-Bueno-dijo Tom, separándose de Danny-y ahora a comer.

Todos se volvieron hacia mí, expectantes.

-He pensando que hoy, por ser la primera vez, podemos cazar algún que otro animalillo…

-¿Algún que otro animalillo?¿Pero qué mierda es esa? El Harry que yo conozco se monta orgías enteras…

-Calla, Danny.-reí.

-¡Yo quiero party hard!-dijo este, agitando las manos en el aire.

-Pues te la montas cuando quieras, pero aquí hoy se comen animales y punto. Y si no te gusta, te aguantas.

-Joder, vale,vale…¿y qué tenemos que hacer?

-Échale imaginación.

De repente, salté sobre su cabeza y trepé a un árbol con la agilidad de un puma. Salté y me coloqué a su lado, enseñándole una ardilla que tenía en una mano.

-¡Oh, entiendo! Pero creo que necesitaré una pajita…

-Yo no.-y le hinqué los colmillos en el cuello a la ardilla, que se retorcía con fiereza y chillaba, hasta que dejó de hacerlo.

-¡Madre mía, la has dejado seca!-dijo Danny.

-Yo de momento, estoy lleno. Pero adelante, probar vosotros.

No hizo falta que se lo dijera dos veces.

Danny y Tom echaron a correr, por los alrededores. Dougie se quedó mirando, mirando hacia el cielo.

-¡Dougie!-le grité-¿Qué te pasa?¿Por qué no vas?

Abrió la boca para responderme cuando Danny apareció con dos ardillas en sus manos.

-¡Mira, Harry! ¡Y lo he hecho yo solito!

-¿Y qué esperas, que te de una medalla?

-Bueno…no…pero si me la quieres dar…allá tú.

-Cómetelas, antes de que se te escapen, anda.

-Vale, vale.

Danny le hincó el diente a una.

-¡Arg, que asco, puff, puff!¡Me he comido todos los pelos!¡Puag!

Me reí de él. Sabía que le pasaría eso.

Se comió la primera.

-¿Qué, qué tal?-le pregunté.

-¿A qué sabe?-le preguntó Dougie, con curiosidad.

-¡Esto es como beberse un chupito sin alcohol! Te quedas con ganas de más.

-Ya te lo dije.

-¿Y cómo sabe?-insistió Dougie.

-Pues sabe como si chuparas una libra y…

-Me refiero a quitarle la vida a un animal.

-Ah, bueno…eso…no lo había pensando…

De repente, Tom irrumpió en la escena con un búho entre las manos.

-¡Mirad, Hedwing la lechuza de Harry Potter no estaba muerta, la tengo yo!

-¡Muy bien, Tom! Pero eso muchas plumas y poca sustancia, ¿sabes?

-¿De verdad? Bueno, sé dónde hay más.

-¿Sí?-dijo Danny, que había acabado con la segunda ardilla-¿Dónde? Yo quiero probar.

-Eh,no,no, que como te gusten extingues la especie y son mías.

-Venga, va Tom, solo una o dos.

-¿Una o dos, qué? ¿Decenas?

-¡Calla y dame lechuzas!

[POV Dougie]

Mientras que Danny y Tom discutían sobre las lechuzas, aproveché para alejarme de allí y dar una vuelta.

Ahora era fácil dar una vuelta por el bosque por la noche, porque poseía visión nocturna y podía esquivar los obstáculos que me encontrara.

No quería ser como ellos, no quería tener que matar a nadie para alimentarme. Tampoco quería tener que morder a nadie para ello, me consideraría un parásito. No, definitivamente, no quería ser como ellos.

Pero…¿qué podía hacer? Verdaderamente, tenía sed. Pero no quería comer lo que ellos comían. ¿Qué podía hacer? Podría aguantar, sí, eso haría. Después de todo, ya estaba como muerto, ¿no? Pasar un poco de hambre no me mataría.

-¡Eh!-me di la vuelta.Harry me había seguido. No le había escuchado y eso que haría tenía un oído más potente.

-Eh, Harry.

-Doug, ¿has comido algo?

-No, Harry.

-¿Por qué?

-No quiero matar a nadie para alimentarme.

-Pero si ya lo haces, cuando te comes un filete, primero han tenido que matar a la vaca…

-Pero no lo hago yo. Yo solo me lo como y no me preocupo de nada más.

-Pues esto es lo mismo.

-No,no lo es. ¿No puedo alimentarme de otra cosa?

-Lamento decirte que no.

-¿Y qué me puede pasar si me niego a comer?

-No lo sé, pero vamos…llegará el momento en que tengas que comer algo, en el que solo puedas pensar en que tienes sed y que tienes que sosegarla.

-No quiero, Harry. Yo quiero ser como antes.

-Siento…siento haberos metido en esto.-nos quedamos un breve periodo de tiempo en silencio.-Pero ya no hay vuelta atrás. Y no puedes volver al pasado. Nosotros vamos a seguir adelante, y esperamos que tú también lo hagas. Estamos juntos en esto, Dougie, no estás solo.

-Eso espero, Harry…eso espero.

domingo, 24 de julio de 2011

~Capítulo 1~

[Danny]

Abrí los ojos y sentí como si hubiera dormido una eternidad. Repasé lo que había ocurrido…Habíamos matado a Harry, después habíamos huido, me había montado en el coche y…no recordaba más. Me estiré y un penetrante dolor en el cuello me hizo estremecerme de dolor.

-¡Au!-exclamé, llevándome la mano al punto dolorido. Me extrañé al ver que estaba húmedo, asique me miré la mano, la cual estaba mojada.

-¿Pero qué…?- me miré la mano en el espejo del retrovisor del coche. Juraría que era sangre.-¿Qué mierda es…? ¡Au!

Me había mordido la lengua con algo bastante puntiagudo.

-¡Joder, pero qué torpe que estoy hoy!

Me miré los dientes en el espejo, y casi me muero del susto al ver que donde antes tenía mis colmillos de tamaño normal, ahora estaban dos colmillos que doblaban el tamaño a los de antes, acabando en una afilada punta.

-¡Qué fuerte! Hay que joderse, no le basta a Harry con ser él un vampiro, me tiene que convertir a mí también…¡con lo agusto que vivía yo! Espera…puede que sea divertido. ¡Los vampiros ligan más! Puede que después de todo, me haya hecho un favor.

Recordé cómo aquella vampira se había desintegrado bajo la luz solar y decidí darme prisa y entrar en la casa, no fuera a ser que me pasara lo mismo, ya que estaba a punto de amanecer. Salí del coche y me encontré con el cuerpo de Fletch, tirado en el suelo.

-¡Eh, Fletch, despierta tío! ¡Vamos, despierta!-le di unos golpecitos con el pie, pero no se movió. Haciendo de tripas corazón, me agaché y le agarré del cuello, ya que no sabía cómo se miraba eso del pulso. Como no respiraba, lo di por muerto.

-Jo, tío, te han dejado seco…

Me alejé de allí y entré en la casa.

-¿Tom?¿Dougie?¿Harry?¿Danny? ¡Ah, que Danny soy yo! ¿Hola? ¿Hay alguien?

Como nadie me contestaba, fui al estudio, donde los vi a todos por última vez. Allí estaban Harry, muerto y Tom, tirado en el suelo de cualquier manera. Corrí hasta este último y me agaché a su lado.

No respiraba.

-¡No,Tom, tú no! ¡No te me mueras!

Y me tiré sobre él, presa de la más pura tristeza.

Estaba tan ocupado entristeciéndome, que no me di cuenta de que Tom empezó a moverse.

-Ay, Danny, quita, que me aplastas.-dijo.

Me levanté y me quedé sentado a su lado, con una cara de incredulidad enormérrima.

-¡Toooom!-grité, mientras le daba un abrazo.-¡Menos mal,tío! ¡Pensé que a ti también te habían dejado seco!

En ese momento, Tom me mordió en el hombro.

-¡Au, tío!-grité, mientras le apartaba de un sopetón y me llevaba la mano al hombro mordido.-¡No me hinques el diente!

-Lo siento, Danny, no pude evitarlo.

-Ya, eso dices ahora. Lo que pasa es que soy irresistible, incluso para ti.

-Anda ya, si estabas deseando que te mordiera.

-¿Qué pasa, que volverte vampiro te ha chamuscado las últimas neuronas que te quedaban?

-¿Qué soy qué?

-Pues eso, un vampiro.

-¿Cómo lo sabes?

-¡Joder, te acabas de comer medio hombro mío! Una de dos, o eres un vampiro, o eres un caníbal. Yo diría que lo primero, ya que tienes unos colmillos la mar de largos, igual que los míos…-le hice una mueca para que pudiera verlos.

-¡Ah!-gritó, al verlos. Se llevó las manos a la boca y se tocó los recién estrenados, con mi hombro, colmillos.-¿De verdad los tengo yo tan feos como los tuyos?

-¡Oye, no te metas con mi dentadura, que yo no me he metido con la tuya!

En ese momento, Harry se incorporó.

-Ah, tíos, no os calláis, ¿eh?

-¡Harry!-gritamos los dos a la vez, contentos. Y nos tiramos a abrazarle.-¡Pero tío! ¿Nosotros no te habíamos matado?¡Eso!¿No estabas muerto?¿Cómo es posible?

-¿Podéis…soltarme? Me estáis clavando más el maldito mástil.

-Ah, es verdad.

-Lo sentimos.

-Hum, vale.

Harry se llevó la mano al mástil que le sobresalía del pecho y se lo arrancó de un tirón.

-Sois torpes hasta para asesinar, ¿eh? No me habéis matado porque no habéis sido capaces de clavármelo en el corazón. Aficionados, ja.

-Joder, Tom. Somos unos inútiles.

-Habla por ti, Danny.

-Chst.-Harry nos hizo callar.-No os tendré en cuenta que habéis intentado matarme.

-Vale, no nos lo tengas en cuenta, pero… ¿Qué nos has hecho? ¡Ahora somos como tú!-le dijo Tom.

-Yo no os he hecho nada, han sido mis chicas. Supongo que quisieron vengarse.

-Pero, si hubieran querido venganza… ¿no crees que nos hubieran matado?-pregunté.

-Sí y no. Ellas sabían que sois mis amigos, quizá pensaron que lo correcto era transformaros y que luego ya hablaríamos nosotros.

-Pues hicieron bien.-dije yo.-¡Ahora seguro que ligo más!

-Danny, como siempre…no tienes remedio.-me dijo Tom.

-Sí, di lo que quieras, pero ya veremos qué dices cuando yo ligue más que tú.

-Pero si ya tiene un ligue,¿no? ¿No fue la chica de la limpieza quién te mordió?-saltó Harry.

-¡Claro,Tom!¡Es verdad! ¿Te gustó? ¿Qué sentiste?

-¡Déjarme en paz!-soltó este.

-Le gusta.-afirmé yo.

-Cierto.

-¿Y si en vez de especular sobre mi vida privada nos ponemos a buscar a Dougie? Porque, por si no os habíais dado cuenta, no está por aquí.

Miré a Harry.

-¿Tú le viste hacia dónde se fue?-pregunté.

-No sé, estaba demasiado ocupado muriéndome, porque alguien me había clavado una estaca.

-Haber, yo corrí tras él, pero le perdí la pista cuando salimos afuera…yo tiré hacia el coche…y él…no sé.

-No hace falta buscarme, estoy aquí, chicos.

Nos dimos todos la vuelta para encontrarnos con un pálido y extrañado Dougie. Este reparó en Harry.

-¡Harry! ¿No estabas muerto?

-¿Tantas ganas tenía de que me muriera?

-¡No, por Dios! Pero…parecías tan muerto…

-Es lo que tenemos los vampiros. Tú tampoco tienes mucha pinta de vivo, que se diga…

-¿Qué? ¡¿Qué me dices?!

-Lo que Harry quiere decirte- intervino Tom- es que eres un vampiro.

Dougie le miró sin entender del todo.

-Danny y yo también lo somos.

-Pero…¿cómo…por qué?-de repente, pareció recordar algo y se echó los dedos al cuello.-Creo…creo que ya entiendo.

-Bien, me alegro de que lo hagas.-Harry se puso en pie y le puso una mano en el hombro.-Porque ahora, vamos a necesitarnos los unos a los otros más que nunca.

-Yo no quiero necesitar nada de Tom, bastante tengo con haberle aguantado en vida, para aguantarle ahora muerto.

-Oye Danny, te digo lo mismo. Y no estoy muerto, del todo.

-Chicos, dejar las discusiones ya. Todos estamos ahora en el mismo barco.-dijo Harry.-Vamos al salón, tenemos cosas de qué hablar.

Sin mediar palabra, nos levantamos y le seguimos hasta el salón.

-Harry… ¿y las chicas?

-No sé Tom, no sé donde está tú chica de la limpieza.

-No lo decía por eso.

-Ya, claro.

Nos sentamos todos en los sillones, mientras Harry bajaba las persianas. Una vez cerradas todas, se sentó con nosotros.

-Vamos a ver, lo primero…nunca pretendí que vosotros fuerais como yo.

-Pues ya lo somos. O todos, o ninguno, Harry.-dije.

Sonrió.

-Bueno…cómo habréis notado…ya no sois como antes…

-Sí, ya decía yo que me notaba…más vivo.

Dougie rió.

-Habéis cambiado. Ya no podéis salir a la luz del sol, porque os desintegraríais…

-Qué pena, con lo que me gustaba ponerme moreno…

-Y no necesitáis comer…

-¡No!-gritó Tom.-¡Eso no!¡Quitadme la vida, pero la comida no!

-Tranquilo, Tom. No necesitas comer, pero tienes que alimentarte…de sangre.

-¡Ah, bueno!-se relajó.-Pero eso es comida.

Todos nos reímos. Nos lo estábamos tomando con humor.

-Cómo sabéis, la sangre tenemos que tomarla de los humanos…

-Bienvenidos a la clase de biología del profesor Judd.

-Calla, Danny-dijo Harry riéndose.-Y toma apuntes.

-Sí, profe.-hice como que escribía en el aire. Todos se rieron.

-Pero claro… no podemos tomar demasiado…Haber cómo os lo explico… La sangre de las personas

-Sabe a metal.

-Sí, Dougie.

Todos le miramos, este se encogió de hombros.

-¿Qué? Un día me hice un raspón en la rodilla y me lo chupé…eso lo hemos hecho todos,¿no?

Asentimos.

-Como decía, cuando tenemos sed, o como diría Tom, cuando tenemos hambre, necesitamos beber sangre, que podemos obtener tanto de las personas como de los animales.

-Yo quiero un batido de sangre de Megan Fox.

-Sí, Danny, y quién no…

-Bueno, la de los animales, nos llena, sí, pero…es como si nos tomáramos una sopa y esperamos el filete que sabemos que llega a continuación, pero en este caso, no llega…

-Bonita metáfora, profesor.

-La de los humanos, al contrario, nos llena del todo. Es la sopa, el filete y el postre. Todo completo. Pero, a veces, queremos más… como ese café que nos tomamos después de comer… pues esa es la sangre que necesita la persona para sobrevivir…si se la extraemos, osea, si nos tomamos ese café, la mataremos.

-Quieres decir…

-…que si bebemos demasiado de una persona….

-…la matamos.

-Exacto.

-Pero eso es fácil, ¿no? Solo hay que saber cuándo parar.

-No, Doug, no lo es. Es algo que se adquiere con el tiempo, con la práctica…cuando uno es un vampiro joven, no sabe controlarse y no puede parar…

-Harry…¿tú has matado a alguien?-preguntó Tom.

Harry se miraba las manos, que las abría y las cerraba con fuerza.

-Sí.-asintió.-A varias personas. Entre una de ellas…a una niña…tenía mucha sed…y ella toda la vida por delante…

-No te culpes, Harry.

-Eso,eso. Eso no volverá a pasar, porque te tenemos a ti como mentor.

-Pues vaya, soy el mentor de las causas perdidas.

-Bueno…cómo mentor oficial nuestro…¿qué tenemos qué hacer primero?

-De momento, esperar a la noche para poder salir. Una vez fuera, os lo explicaré todo.

-¡Vale! Pero…¿qué hacemos aquí encerrados todo el día? ¡Yo quiero comer!

Tom me miró con hambre.

-Tom, te juro que como me vuelvas a morder, te doy tal patada que se te caen los colmillos.-le amenacé.

Tom se giró a mirar a Dougie.

-Oh,no.

Dougie se levantó y echó a correr, con Tom persiguiéndole los talones.

-¡Socorroooo!¡Harry, Danny! ¡Qué me muerdeeee!