domingo, 11 de septiembre de 2011

~Capítulo 18~

-¡Venga, ahora tírate tú!-me gritaron todos una vez que nos hubimos reído de Danny.

-¡Vale!-les grité. Me puse de pie para saltar.

-¡Yo te cojo!-gritó Danny, poniéndose bajo el trampolín con los brazos abiertos.

Me brillaron los ojos por la emoción.

-¡Sí!-grité, antes de coger impulso, saltar un par de veces y tirarme.-¡LIBERTAAAAAAAAAAAAD!- dije, acordándome de William Wallace.

En el último momento, Danny se apartó y me di un planchazo contra el agua.

-¡¿Pero tú no ibas a cogerme?!-le grité, cuando saqué la cabeza.

-¿Y tú no ibas a ayudarme?-me callé.-Pues ya estamos en paz.

-Serás rencoroso…

Le tiré una ola de agua que le dio en la cara. Me respondió con otra. Se la devolví. Al final Tom y Harry tuvieron que separarnos porque podíamos haber acabado matándonos.

-Creo que será mejor que subamos y nos duchemos.-dijo Harry.

Todos asentimos y subimos arriba chorreando.

-Bueno pues…¿quién se ducha antes?-preguntó Tom.

-¡Duchémonos todos juntos!

-Ni en tus mejores sueños Danny, ni en tus mejores sueños.-le dije.

Este por toda respuesta me sacó la lengua.

-Vale, pues ya me ducharé con Tom, ¿verdad, Tom?

-Emmm…no.-le respondió este.

Nos lanzamos todos a gritarnos los unos a los otros cosas incomprensibles y al final nos lo acabamos jugando al piedra, papel o tijera. Carol ganó, así que ella era la primera, Harry después, Tom, Dougie, yo y finalmente, Danny, que siempre sacaba piedra.

Mientras Carol se duchaba yo me senté en una silla para evitar mojar la cama, ya que seguía empapada, pero Danny y Dougie se entretuvieron saltando en la de Harry, mojados, y este intentaba echarlos tirándoles perchas que no daban en los objetivos.

Cuando le tocó el turno a Harry, Dougie, sin hacer ruido, entró en el baño, abrió el grifo y salió corriendo cual ninja.

-¡AHHHHHHHHH!-oímos gritar a Harry entonces. En ese momento, un Harry con champú en el pelo y con una toalla fea, fea blanca nuclear de hotel enroscada en la cintura, salió del baño.-¡¿Qué ha sido del agua caliente?!

Nosotros nos encogimos de hombros y negamos con la cabeza.

Volvió a entrar al baño y se percató del grifo abierto. No le hizo falta saber nada más.

-¡DOUGIE!-gritó.

-Hora de poner pies en polvorosa.-dijo este, mientras Harry se lanzaba a perseguirlo, con las manos en la toalla con temor a perderla.

Nos pusimos todos a gritar hasta que Harry se metió otra vez en el baño, entonces, nos callamos.

Harry salió guapo, como siempre y con un delicioso olor a colonia de hombre varonil que hacía que me llorasen los ojos de felicidad.

-It´s shower time!

-Sí Tom, sí.

Mientras Tom se duchaba, me puse a hablar con Harry sobre cosas bastante interesantes, mientras Carol y Doug hablaban de otras cosas interesantes también, y Danny le tiraba de la camiseta a Dougie para que le hiciera caso, pero no conseguía su objetivo.

Después de Tom, fue Dougie.

Danny y Harry decidieron ir a molestarlo. Le abrían la puerta, abrían el grifo, tiraban de la cadena y se llevaban la ropa para que no pudiera cambiarse.

Dougie los puso a parir, claro está.

Después de él, me tocó a mí.

-Os lo juro, hacedme a mí algo así y será lo último que hagáis en vuestra inmortal vida.-les amenacé.

-Vale,vale.

Me estaba duchando, canturreando felizmente Transylvania cuando algún desequilibrado mental me apagó la luz.

-¡Eh!-dije.

Oí la risa de Danny.

-¡Danny, o enciendes la luz o te apago yo a ti de un guantazo!

-Vale, vale, ya enciendo, ya.

Rato después salí de la ducha, sonriendo.

-Ala Danny, ya puedes entrar.

-Sin rencores por lo de antes…¿verdad?

-Oh, sí, claro, sin rencores. Y ahora ve, que se nos va a hacer tarde.

-Vale.

Cerró la puerta tras de sí.

-¿Por qué te ríes tanto?-me preguntó Tom.

-Espera y verás-le respondí mientras me sentaba a su lado y le daba un abrazo.-Me había olvidado de lo que era abrazar a alguien.

-¡Ehhh!-oímos entonces desde el baño.-¿Y la esponja?

Empecé a reírme como una loca.

-Le escondí la esponja.-dije entonces.

-¡No encuentro mi esponja!

Esta vez todos nos reímos de él.

-¡ESPONJAAAAAAAAAAAAAAA!¿Dónde estás?

Danny seguía en su implacable búsqueda de la susodicha esponja.

Me levanté y me encaminé hacia el baño. Di tres golpes en la puerta.

-Danny, soy Cris. Haz el favor de mirar detrás de la escobilla del váter.

-¿Y por qué iba yo a…? ¡Mi esponja!

Puse los ojos en blanco.

-Ale, ya está, ya tiene su esponja.

Al rato, Danny salió contento, feliz y reluciente de la ducha y pudimos encaminarnos al concierto.

Como siempre, Carol y yo nos quedamos detrás del escenario.

Esta vez, los chicos interpretaron “She loves you” y tocaron un ratejo los cubitos.

Cuando acabó el concierto, Jake volvió a llamar a Harry.

-¿Se puede saber por qué siempre llama Jake a Harry?-pregunté.

-Le molará Harry.-dijo Dougie.

-Como a ti.-le respondió Danny.

-Pues claro.

Harry vino, feliz y canturreante.

-¡Qué tenemos tres días de vacaciones!

-¡Ueeeeeeeeeeee!-gritamos todos.

-Para celebrarlo, podríamos invitaros a cenar.-sugirió Tom.

-Tom, que tú ya no cenas.-tuvimos que recordarle.

-Pero me gusta seguir haciendo cosas banales.

Carol y yo intercambiamos una mirada de incomprensión.

-A mí me parece bien salir por ahí.

-A ti, Danny, todo lo que sea salir te mola.

-Como me conoces, Harry, tío.

Total, que muy contentos todos nos fuimos en busca de un lugar para cenar.

-¡Ohhhhhhhhhh!-a Tom se le iluminaron los ojos cuando vio un Foster Hollywood.-Este es el lugar elegido.

Entramos a aquel lugar y nos sentaron en una mesa con sillones.

Por un lado, Carol, yo y Harry, y en el otro Dougie, Danny y Tom.

Se nos acercó una camarera con cara de querer matar a cualquiera que se pusiera en su camino.

-¿Qué desean?

Cuando miró a nuestros bellos acompañantes, le cambió la cara y se soltó el pelo. Whore.

-Pues…nosotras queremos unos pinchos morunos.-dijo Carol.

A mí me entró la risa y la camarera me miró con una cara que hubiera derretido el iceberg que hundió al Titanic.

-¿Y los señores, qué van a querer?

Cuando se dirigió a ellos, le cambió la cara radicalmente. Whore, más que whore.

-Nosotros vamos a querer unas Coca-Colas.-le dijo Harry, muy cordialmente.

La camarera me quitó el menú que estaba viendo en ese momento y empezó a abanicarse.

-En seguida.

Y se fue, sin más.

-Me odia.-le dije entonces a Carol.

-Y la odiaré yo más a ella como no nos traiga pan con los pinchos.

-Estoy contigo.

La camarera volvió y nos trajo Coca-Colas a todos. Puso tres pajitas en el centro de la mesa y los chicos empezaron a pegarse por ellas. Finalmente, solo Harry se quedó sin su pajita.

Estábamos esperando a que vinieran los pinchos cuando empezaron a hacer de las suyas.

-Eh, Doug, ¿qué es eso que veo allí? ¿No es una mujer lagarto?

-¿Dónde, Danny?

Dougie se giró para buscar a la supuesta mujer lagarto y en ese momento, Danny, con la pajita, le sopló la Coca Cola a Dougie, a la cual se la fueron todas las burbujas.

-¡Eh! ¡Me has soplado la Coca Cola!

-¿Por qué iba yo a hacer eso?

Y empezaron a pegarse manotazos el uno al otro.

-Chicos, parad.

-¡Él me ha soplado la Coca Cola!

-¡Qué no, que ha sido la mujer lagarto!

Tom los miró y puso los ojos en blanco.

-Pero míralos que infantiles, Harry…-en ese momento, Tom se dio cuenta de que Harry intentaba quitarle su pajita.-¡Eh!- y empezaron a darse manotazos los dos también.

-¡Parad!-dije. A Harry lo tiré de la oreja y a Danny le pegué una patada por debajo de la mesa.

Entonces, la camarera vino con una bandeja de pan.

-Disculpe, pero esto es pan blanco.-le dijo Danny, con amabilidad.

-Ya, lo sé.

-¿No tendría mejor pan marrón?

-¿Pan marrón?

-Sí, es que el blanco es malo.

La camarera le bufó y se fue.

-¿Desde cuándo eres tú un experto en panes?-le pregunté.

Entonces, entre Danny y yo empezó una interesante conversación sobre todos los panes habidos y por haber.

La “amable y simpática” camarera nos trajo entonces los pinchos a Carol y a mí. Miré a los chicos, a los cuales parecía que se iban a atragantar en su propia saliva.

Como sabían que era muy molesto que te miraran fijamente mientras comes, se entretuvieron con los manteles de los menús infantiles, que venían con pasatiempos.

Danny no podía ayudar a Pinki, el pez, a cruzar el laberinto hasta llegar a su pecera, así que pintorrejeó el laberinto de Dougie, que sí que había ayudado a Pinki a cruzar.

-¡Ehhh!-dijo Doug, indignado.-¡Pinta tus cosas, no las mías!

-Vale.

Se dio la vuelta y pintó el papel de Tom, que se lo rompió en la cabeza.

Harry rompió el suyo en trocitos y los lanzó sobre los dos, mientras gritaba “¡Vivan los novios, vivan los novios!”, Danny y Tom tiraban del folio de Doug y este lo pedía a gritos de vuelta.

Todo un caos, vamos.

Mientras, Carol y yo hablábamos de nuestras cosas.

-Vaya, ya es diez de julio…

-¡Dentro de dos días es mi cumpleaños! Ya no me acordaba, con todo este lío…

-Es verdad. ¡Te nos haces mayor!

-Que va, eso de envejecer con los años es un mito, como los gnomos o los esquimales.

En ese momento, Danny comenzó a tirarle migas de pan a Harry y una de ellas me entró a mí por el escote.

-¡Joder, Danny!

-¡Eso son cien puntos!

-¡Los que te van a tener que dar a ti cuando acabe contigo!

-Uhh.

Empezó entonces entre todos una guerra de pan. Pan por aquí, pan por allá. Todos acabamos con pan en el pelo.

Cuando se nos gastó el pan, empezamos una interesante conversación sobre canciones y ritmos,la cual Dougie interrumpía todo el rato con “I want to pee”.

-Dougie, tú ya no puedes mear.

-¡Pero I want to pee!

-Vale, Dougie, ahora todo el restaurant sabe que tienes que mear.

-Mejor, Harry.

La camarera se acercó y empezó a recoger las cosas.

-Espera, mira.-dijo Danny, mientras cogía una servilleta y empezaba a doblarla.

-Danny…¿no te cansas de hacer eso?-le preguntó Tom.

-No, Tom. ¡Pero si es muy divertido!

-¿Qué va a hacer?-pregunté.

-Espera y verás.-me dijo Danny con tono misterioso.-¡Ahá! ¡Boobies!

Empecé a reírme con toda la fuera de mi ser.

Danny se había hecho unas tetas con la servilleta.

La camarera y yo empezamos a aplaudirle y empezó entonces entre ella y yo empezó una competición por ver quién aplaudía más.

Entonces, la llamaron de otra mesa, tuvo que irse y yo gané.

Le pedí a Danny que me enseñara cómo hacerlo y se entretuvo un rato enseñándome, hasta que pedimos el postre.

La camarera nos puso sobre la mesa un enorme helado de al menos quince pisos.

-¡Vivaaaa!¡Azúcar!-gritamos Carol y yo, alzando las manos al aire. No les veíamos las cabezas a los chicos de lo alto que era el helado.

-¿Y os vais a comer todo eso?-nos preguntó el incrédulo de Tom.

-Por supuesto que sí.-le dije yo.

-Y si hace falta, nos comemos otros quince pisos.-le dijo Carol.

-¡Sí!-dije yo, cuchara en mano.

Llevábamos unos cuatro o cinco pisos comidos cuando descubrimos que tenía trozos de plátano y recordamos de pronto la adversidad de Tom ante esta fruta. Una sonrisa de maldad se extendió en nuestros rostros.

-¡Manos arriba, Tom! ¡Esto es un atraco!

-Pero, ¿qué…?

No tuvo tiempo de decir nada más, puesto que empezamos a tirarle trozos de plátano como si no hubiera mañana.

-¡Ahhh!-gritó, mientras un trozo le daba en el ojo.Intentó poner a Danny como escudo, pero es que Danny también contribuía a tirarle plátano, así que desistió y se tiró al suelo a rodar. No sé cómo, pero acabó debajo de la mesa de un matrimonio ya entrado en años.

Cuando le prometimos que el plátano se había acabado, salió, para darse cuenta de que todo era una burda mentira y volvimos a atentar contra su vida a base de plátanos.

-¡Ahhh!¡No, por favor! ¡Parad!

-Tom, que se nos ha acabado el plátano.

-¡Ahhhh! ¡No, parad!

-Tom, que esta vez es de verdad.

-Menos mal.

Nos acabamos el helado y pidieron la cuenta. Salimos de allí prácticamente corriendo porque estaban deseando perdernos de vista.

Carol y yo íbamos hablando sobre mi cumpleaños unos pasos por delante de los chicos y ellos iban detrás, hablando sobre pan y plátanos.

Íbamos a cruzar una esquina cuando un depravado salió y nos asustó.

-¡Vamos, la pasta o la vida!

Yo iba a decirle que la vida, pero solo salió un grito de mi garganta, al igual que Carol.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

Entonces, de un salto, los chicos se pusieron delante nuestra.

-¡Vamos, la pasta o la vida!

Danny le gruñó.

-¡La vida, la tuya!-le respondió.

Genial. Quería hacerse el héroe.

Avanzó hacia el indeseable, gruñiendo.

Crucé una mirada con Harry y los dos asentimos. Había que hacer algo.

Parpadée y entonces oí un disparo.

Abrí los ojos y solo pude ahogar un grito en mi garganta.

viernes, 9 de septiembre de 2011

~Capítulo 17~

[POV Cris]

-Podemos bajar a la piscina.-propuso Danny.

-¿Los vampiros podéis bañaros?-pregunté.-Tenía entendido que no os llevabais bien con el agua.

-¿Pero acaso no nos has visto ducharnos?

-No, Danny, no tengo por costumbre colarme en las duchas ajenas.

-Ah, ni yo.

-No mientas, Danny, que siempre que voy a ducharme, me persigues.-dijo Tom.

-No Tom, yo no te persigo, yo te escolto. No es lo mismo.

-¡Anda ya!

-Jo, Tom, encima que velo por ti para que no te pase nada me llamas acosador…-ya volvía Danny a hacerse la víctima. Siempre encontraba el momento propicio para ello.

-Bueno, ¿qué pasa con el agua?-dije, para que todos desviaran la atención de Danny y le dejaran solo con sus penas.

-Nada-me respondió Tom.- Bram Stocker y los demás autores de ese género se inventaron eso, junto con muchos otros mitos más, como los crucifijos o la sal.

-Autores…siempre inventándose cosas-bromeó Harry.

-Ahá, pero…¿cómo voy a bañarme?-pregunté mientras señalaba mi brazo.

-Fácil. Un momento.-Tom salió corriendo y volvió en un abrir y cerrar de ojos con algo transparente entre las manos.-Extiende el brazo.- así lo hice y me colocó la susodicha cosa.-Esto es una funda.-me explicó, al ver la cara de incomprensión que tenía.- Con ella, podrás bañarte sin temor a que se te moje la escayola, eso sí, con precaución que no quiero que te lastimes.

Le sonreí.

-¡Muchas gracias! Pero, ¿cómo…?

Me sonrió él a mí, como disculpándose.

-Me pareció que alguna vez te podía hacer falta y le pedí a Jake que me consiguiera uno y…

-¡Eres un cielo, Tom!-exclamé, abrazándole.

-Entonces…¿ya no hay ningún problema con la piscina, no?-inquirió Danny, mirándome.

-No, ya no.-le sonreí.

-¡Estupendo!-dijo, dando una sonora palmada.-Pues venga, todo el mundo a ponerse el bañador.

-Me pido cambiarme en el baño.-dijo Dougie.

-Ni hablar Doug. Tú te vistes aquí con nosotros.-le dijo Harry, tajante.

-¡Ala! ¿Y por qué, Harry?-se quejó este.

-Porque no tienes nada que ninguno de nosotros no hayamos visto ya.

Carol y yo miramos a Dougie y un enorme “That´s suspicious” se dibujó en nuestros rostros.

-Uhhh.-dijimos al unísono.

Mientras que Doug estaba distraído intentando desesperadamente explicarnos eso de “porque no tienes nada que ninguno de nosotros…”, Harry, Tom y Danny lo agarraron y lo tiraron sobre una cama.

-¡Y ahora te vas a vestir con nosotros!

-¡No,no! ¡Jamás!

-¡Por las buenas o por las malas, Doug, tú verás!

-¡Por ninguna, Harry!

-¡Cómo quieras! ¡Tom, sujétale! ¡Danny, quítale los pantalones!

-¡No, piedad!

-Me voy a cambiar…-informé mientras cogía mi bañador y me encaminaba al baño.

-Yo creo que me quedaré-me dijo Carol.

-Claro, haber cómo desnudan a Doug, ¿no? Pobre hombre.-puse los ojos en blanco, me compadecí de él y entré en el baño.

Salí vestida para encontrarme a Doug corriendo por el pasillo como su madre lo trajo al mundo y a Carol, Tom, Harry y Danny rojos por la risa.

-Anda que…ten amigos para esto, ¿eh?-le dije.

Este entró corriendo en el baño y cerró la puerta tras de sí.

-De verdad, que malos que sois con el pobre chico.-les reprendí.

-Pero es divertido.

-Sí, nos divierte.

Cuando todo el mundo se hubo cambiado, bajamos todos como buenos amigos a la piscina, que estaba solo para nosotros porque no había ni Dios.

Tom aspiró el “puro” aire con olor a cloro se la piscina.

-¡Ah! Que buen día para darse un baño.

Claro. Estaba nublado.

Dougie y Danny le dieron un toallazo a Harry en la cara y este empezó a perseguirlos por la piscina, corriendo en cuadrados, ya que la piscina era cuadrada.

-Anda Carol, vamos a tumbarnos en estas hamacas de plástico a que nos dé el sol.-le dije a mi amiga.

-¿Qué sol?

-¡El sol que iluminemos!

Ante esta parida, nos tumbamos las dos en las mencionadas hamacas blancas de plástico.

Harry había pillado a Doug y trataba de arrojarlo al agua, mientras Danny tiraba de Dougie de un pie para intentar salvarle. Tom bajaba las escaleritas de las escaleras y cuando le llegaba a la cintura subía corriendo diciendo que estaba muy fría, para darse la vuelta y volver a meterse y subir de nuevo corriendo.

Los chicos vinieron.

-Eh, venga, meteros.

-Que no, que está fría.

-Vamos, que no queremos jugar solos.

-Pues os chincháis.

-Jo.

Se miraron entre ellos y sonrieron.

Malo.

Tom y Danny agarraron mi hamaca y la levantaron del suelo, haciendo Dougie y Harry lo mismo con la de Carol.

-¡Eh!-gritamos las dos mientras nos llevaban hasta el agua.

-No es nada personal, ¿eh?-nos avisaron.

-¡Carol! ¡Esto es el fin!-la dije.

-¡No, piedad!

-No,no.

Y sin previo aviso volcaron las hamacas y caímos las dos a las profundidades de la piscina.

Saqué la cabeza e intenté salir por el bordillo pero me escurrí y caí al agua de una forma un tanto imbécil.

Se rieron de mí.

Carol también optó por salir por el bordillo pero Doug salió a impedírselo.

-No,no, tú no sales.

Y la empujó hacia dentro, pero Carol fue más rápida, lo agarró y él también fue arrastrado hacia el agua.

Mientras se reían de ellos yo me salí por la escalera y me oculté tras Danny para vengarme.

Cuando Danny se acercó al borde de la piscina, fui corriendo a empujarle pero él se movió ligeramente hacia la izquierda y caí al agua con mis planes frustrados.

-¡Ja,ja!-se rió de mí, cual Nelson.

-¡Quién ríe el último, ríe mejor!-le recordé.

-Sí, pero de momento quién ríe soy yo.

-No por mucho tiempo.

En ese momento, Harry cogió en brazos a Danny y lo lanzó al agua.

-¡Traidor!-gritó, antes de caer.

-Jo Harry, muchas gracias. Que sería de mí sin ti.

-Quién sabe.-me respondió.

Entonces fue Tom y lo tiró al agua.

-¡Traidor!-le gritó este también.

Nos pusimos todos de acuerdo y salimos corriendo a pillar a Tom. Y a rastras, lo tiramos al agua.

Una vez en el agua todos, nos pusimos a jugar. Primero nos hicimos los ahogados, después, los náufragos. Nos lanzamos olas de agua, aunque lo que Harry nos lanzaba parecían tsunamis.

-Oye, ¿y si jugamos a los caballitos esos y nos empujamos?-sugirió Carol.

-¡Vale!

-¡Dougie! ¿Quieres ser mi montura?-le preguntó.

-¡Vale!-le contestó alegremente.

¿Y sobre quién me subía yo?

Con Tom tenía las de perder seguro, parecía el más pacífico, con Danny…bueno…más que jugar, se empeñaría en tratar de tirarme de encima suya cual potro salvaje y Harry…podría ser.

En ese momento, se me acabaron las opciones porque Harry agarró a Tom y le dijo que tenían que derrotar a Dougie. Así que eso me dejaba a mí con una sola opción.

-¡Danny! ¿Quieres ser mi podenco?

-¡Sí hombre! ¡Sé tú el mío!

-¡Ja, que más quisieras tú! Venga va Danny, no seas malo…

-Bueno…vale.

-Chachi.

Me permitió subirme encima.

-Y ahora, vamos Danny, rumbo a la victoria.

Empecé a darme manotazos con Carol, mientras Tom le pegaba collejas a Dougie y Harry le metía patadas a Danny por debajo del agua, que saltaba para esquivarlas. Entonces, sin saber bien cómo, Tom le metió el dedo gordo del pie a Harry por la nariz y se empezó a partir de risa, Carol y yo aprovechamos para empujarlos y los dos cayeron con un sonoro y acuático “plaf”.

-Habéis perdido.-les dijo Dougie.

-Jo Harry tío, no puede ser contigo.

-¡Anda que contigo!

Mientras discutían sobre quién tenía la culpa de haber perdido y se hacían ahogadillas mutuamente para ver quién tenía más razón de los, Danny enganchó a Dougie de las piernas cual cangrejo y nos caímos los cuatro.

-Jo, esto ha sido un empate.

-Sí.

Y seguimos nadando haciendo el chorra.

Entonces Harry descubrió un trampolín en la piscina, que estaría como a unos cinco metros. ¿Cómo no lo habíamos visto antes?

-Voy a tirarme yo primero.-anunció.

-¡Suerte!-le gritamos todos.

-Vosotros miradme bien y aprended.

En unos segundos ya estaba en lo alto y se disponía a saltar.

Hizo un salto con remolino, giro triple en el aire, con forma de canguro volador, costalazo y planchazo al final. Una actuación absolutamente sublime. Todos le aplaudimos.

-¡Ahora yo, ahora yo!-dijo Tom mientras se dirigía al trampolín.-¡Vais a ver el salto más impresionante que podáis ver!

Todos estábamos emocionados. ¿Qué iba a hacer Tom? ¿Un rulo en el aire? ¿ Se iba a sacer una espada láser de la nariz en la caída? ¿O iba a echar a volar para sorprendernos a todos?

Nada de eso. Se tiró de bomba.

-¡BOMBA!-gritó.

Cuando sacó la cabeza del agua todos le taladramos con la mirada.

-Joer, no me digáis que no ha sido divertido.

-Sí…divertido…-dijimos todos.

-Bueno, ahora yo.-dijo Carol.

-Suerte, amiga mía.-la dije.

Carol subió y nos saludó desde lo alto. La devolvimos el saludó.

Fue a saltar, pero cuando se proponía a ello, se escurrió con vete a saber qué y cayó al agua de una forma un tanto…patosa.

Nos reímos de ella, y ella nos contestó que mejoraría en el próximo salto.

-Bueno Dougie, te toca.

-El trampolín me llama.-dijo él.

Subió arriba del todo y nosotros esperamos y esperamos y esperamos…pero Doug no se tiraba.

-¡Qué yo no me tiro! ¡Qué está muy alto!-gritaba.

Se puso parecido a cuando estuvo con Ivette en Gosht hunting.

Carol fue en su ayuda.

-¡Doug, míranos!-le pedimos.

-Haber, ¿qué queréis?-dijo, medio asomándose.

En ese momento, Carol lo empujó y cayó al vacío.

-¡Creí que eras mi amigaaaaaaaaa!-dijo mientras caía. Sacó la cabeza del agua.-Eh, pues ha sido divertido.

-¿Ves, tonto?-le dijimos todos.

-Bueno Danny, ahora te toca a ti.-le dije.

-¿Y por qué no vas tú?

-Yo después de ti.

-Claro, por si muero yo, ¿no?

-No. No puedes morir.

-Oh. Bueno, me voy a tirar.

-Vale.

Se fue y se subió arriba.

Se puso a bailar uno de esos bailes que hace él.

Nos reímos de él y saltó para tirarse, pero en el último momento se agarró con las manos al trampolín y se quedó colgando allí.

-¡Oh, Danny!-grité y corrí a salvarle.

Subí a lo alto del trampolín. “¡Leches! ¡Qué alto está! Y yo que tengo vértigo…”. Fue arrastrándome hasta llegar a la punta del trampolín, donde Danny se agarraba.

-Hola.-le saludé amigablemente.

-¡Eh! ¿Cómo tú por aquí?

-No sé…¿qué haces ahí colgando?

-Me lo pensé mejor y en el último momento no quise tirarme.

-Vale. Yo te ayudo.

Puse mis manos sobre las suyas.

-Que amable.-dijo con una sonrisa.

-Sí…amable…

En ese momento, le solté las manos.

Me recordó muchísimo a la muerte de Mufasa del Rey León, cuando Scar o como se diga le suelta las zarpas al pobre león.

-¡Creí que eras mi amigaaaaa!-repitió, antes de caer.

Me senté en el trampolín y comencé a reírme a carcajadas de él.

martes, 6 de septiembre de 2011

~Capítulo 16~

[POV Cris]

Oía a Dougie y a Carol cuchichear.

A mi izquierda, Danny contaba muy entusiasmado los puntitos del gotelé de las paredes y a mi derecha, Tom había cerrado los ojos e intentaba descansar, que no dormir.

Suspiré. No había manera de dormirme.

En ese momento, un cojín salió volando e impactó contra Tom.

Empezó entonces una guerra de cojines entre Danny y Tom, cojines que me pasaban a un palmo de la cara.

Me harté de sus estupideces y me levanté.

-¡Eh! ¿Adónde vas?-me preguntó Danny mientras me lanzaba un cojín y me daba en la nuca.

Me dieron ganas de cogerlo del suelo y hacer que se lo comiera, pero preferí dejarlo pasar.

Le ignoré, agarré la colcha de la cama de Harry, la quité, me tumbé y me tapé. Harry, como era lógico, estaba tumbado en su cama.

-¡Eh! ¿Qué haces ahí?-el insistente Danny no cesaba en su empeño de querer saberlo todo.

-A Harry no le importa…¿no?-pregunté.

-Por supuesto que no.

-Gracias.

-¿Pero por qué duermes con Harry?

Me di la vuelta, dándole la espalda a Danny.

-No hay quien le soporte.-le dije a Harry.

-Qué me vas a contar…

Reí. Madre, que majo que era Harry. ¿Por qué no me había dado cuenta antes?

Entonces, alguien se hizo también con las sábanas de Harry y se metió en su cama.

-Si tú duermes con Harry, yo también.

-¡Danny, vete a tu cama!-le dije.

-No.

-¡Vete!

-No.

Empecé a lanzar manotazos al aire en su dirección para intentar echarlo, pero él me respondió con otros.

El pobre Harry estaba en medio de los manotazos y nada podía hacer para salvarse de ellos.

-Haber, si os queréis matar, mataros, pero dejad dormir.

Dougie carecía de sentimientos.

-Como si fueras a dormir tú mucho, Dougie.-le respondió Harry, entre manotazo y manotazo.

-Cris, te vas a hacer daño en el brazo.-me dijo Tom.

-No importa.

Ese ahora mismo, era el menor de mis problemas.

-¡Vamos, vete!-le dije.

-¡Vete tú!

-¡Yo ya me fui de mi cama por tú culpa!

-Bueno…¡pues vete otra vez!

-¡No, Harry quiere que duerma con él! ¿Verdad, Harry?-le pregunté a Harry.

-¡Harry quiere dormir conmigo! ¿Ves? Mira como asiente.

-¡Pero si no ha hecho nada! ¡Anda, vete!

-¡Vete tú, chica!

-Pues nada, me voy yo.

De un salto, Harry se salió de la cama y nos dejó a Danny y a mí allí.

-¡No, Harry! ¡No me dejes con esto aquí!-le pedí.

-¡No me tortures de esta forma, Harry!

-A mí no me metáis en vuestras peleas matrimoniales.-dijo este como respuesta.

-Uhhhhhhhhhhhhhhh.-dijeron Carol, Tom y Dougie.

-¡Ja! No estamos casados.-dijo Danny.

-Y Dios me libre…-dije yo.

Los demás se rieron.

-Bueno, yo me voy a tu cama, Cris. Dormir vosotros ahí.-nos informó Harry.

-Danny tiene su cama.-recordé.

-Pero ahora quiero dormir en la de Harry.-me respondió Danny, el muy caprichoso.

-Tú no duermes.

-Pues lo que sea que yo haga.

-Pues yo también quiero dormir en la de Harry, así que no me voy a ir.-le dije, tercuza de mí.

-Pues no te vayas.

-No, descuida, eso es lo último que haría.

-Uhhh, van a dormir juntos.-metieron baza todos.

-¡Qué Danny no duerme!-les grité.

-¡Pues lo que sea que él haga!-me respondieron ellos.

Les gruñí a todos.

-Bueno, a mí mientras que no se mueva de su sitio me da igual.-dije, tapándome.

-Como si tuviera yo necesidad de moverme…

-Que sí, que vale.

-Bueno, ahora sí, todos a dormir.

-Tom, nosotros no dormimos.-le dijo Harry.

-¡Pues lo que sea que nosotros hagamos, Harry!

-Vale, vale.

Se hizo el silencio.

Miré a Danny.

No había mucha claridad en la habitación, pero podía distinguirle las facciones de la cara y él podía verme a mí perfectamente.

-Me odias.-me susurró él. No era una pregunta.

Por toda respuesta, le di la espalda.

Oí como él también se daba la vuelta, dándome a su vez su espalda.

“Tonto”-pensé.-“ Si supieras de verdad lo que pasa, si fuera capaz de decirte que…”

[POV Danny]

¿De verdad me odiaba?

No, por supuesto que no.

Lo había visto en sus ojos.

Había algo que quería decirme pero se había callado.

¿Qué sería?

Cris estaba acurrucada en la esquina izquierda de la cama y yo tenía para mí todo lo restante.

Me estiré cual largo era acaparando todo el espacio que quedaba libre.

Cerré los ojos.

Los vampiros no podíamos dormir, pero sí que podíamos descansar. Era como una especie de letargo.

Llevaba un rato descansando cuando Cris se movió. Se dio la vuelta y apoyó la cabeza en mi hombro.

Tenía los ojos cerrados y respiraba tranquila, por lo que supuse que estaba dormida.

Cerré los ojos de nuevo e iba a perderme de nuevo en mis pensamientos cuando lo oí.

-Danny, que no te odio. Todo lo contrario.

Abrí los ojos, pero ella se había movido de nuevo y me daba la espalda.

¿Había chica más enigmática?

Sonreí.

[POV Cris]

Después de decirle eso a Danny, pude encontrar la paz interior necesaria para dormirme.

Me despertó el majoso de Tom, que se dedicaba a saltar de cama en cama imitando a una rana.

-Auuuuuuuuuuum.-me quejé cuando saltó sobre mí.-Fuera, niño rana.

-Croak.-y saltó a otra cama.

Me incorporé y bostecé.

El bostezo es contagioso y todos empezaron entonces a bostezar. Comenzó entonces un concurso de bostezos.

El de Harry fue tan bestia que los de al lado golpearon las paredes para pedir que nos calláramos.

Todos le aclamamos, le declaramos vencedor, nos vestimos y bajamos a desayunar.

Carol y yo nos hicimos unas tostadas de media barra de pan, bajo la atenta mirada de Tom.

-Tom, que ya sabes que no puedes comer.

-Como decía Shaw, “no hay amor más sincero que el amor a la comida”.

-Tom…cada día nos sorprendes más.-le dijo Harry.

Cuando fue la hora, nos aberronchamos todos a la furgoneta encargada de llevarnos al recinto donde tendría lugar otra prueba de sonido para otro concierto.

Mientras jugábamos al veo veo y cuando llevábamos más de la mitad del trayecto, se nos pinchó una rueda.

Danny y Tom se bajaron a ver qué podían hacer.

-La rueda se ha desinflado.-dijo Tom.

-Pues ya sabes, Tom, ínflala.-le respondió Danny, como si fuera algo rutinario en su vida inflar ruedas a pulmón.

Tom asintió, tomó una enorme bocanada de aire y la infló.

Carol y yo alucinábamos.

Tom colocó la rueda y pudimos proseguir nuestro camino.

Finalmente, llegamos sanos y salvos al recinto indicado.

-¡Woaoooooooooow!-exclamó Carol al ver el escenario.-¡Por fin voy a poder asistir a una prueba de sonido de McFly!

-Cris ya es toda una veterana en esto…¿verdad?-me dijo Danny, apoyando sus manos en mis hombros.

-Danny, solo he venido una vez más que ella…-dije, sonriéndole.

Empezaron a ensayar y Carol y yo nos pusimos en una esquina sentadas, mientras hablábamos de todo y de nada a la vez.

Cuando terminaron, nos invitaron a ir con ellos al escenario.

Carol fue a contemplar de cerca la mítica batería del mítico Harry.

-¡Dios, es tan…!-dijo.

No llegamos a saber lo que era, porque en ese momento, un foco se desprendió del techo y hubiera impactado sobre mi amiga si no fuera porque Dougie, que estaba en la otra punta de la sala, la apartó a tiempo, saliendo los dos rodando por el suelo.

-¿Estáis bien?-pregunté, alarmada, mientras corría hacia ellos.

-Sí,sí, estamos bien.

-¡Por Dios, que susto!

Tuvieron que reponer el foco, el cual se había hecho mil pedazos al impactar contra el suelo.

-¡Gracias, Doug! Por salvar a mi amiga.-le dije.

-Ha sido un placer.

Entre ellos hubo una mirada de complicidad y decidí que allí sobraba.

Me aventuré en la búsqueda de alguien que me comprendiera y me choqué con Danny.

-¡Ah! Hola Danny, hola.

-Cris, ¿cómo tú por aquí?

-No sé, buscaba alguien que me hiciera caso.

-Y te chocaste conmigo.

-Fue un accidente.

-O eso quieres aparentar.

-Sí…

En ese momento, Tom apareció con unos cubos.

-¿Os acordáis del concierto ese que hicimos eso del solo de Harry y nosotros haciendo ruido? Podemos repetirlo en este.

-¿Y eso, Tom?

-Pues es que me encontré estos cubos que los iban a tirar y he decidido darles un uso.

-Muy bien, Tom.

-Pues ale, a practicar.

Le dio a cada uno un cubo y unas batutas.

Carol y Dougie aporreaban sus cubos como si no hubiera mañana, muy compenetrados ellos y Tom de vez en cuando lo atizaba también con la cabeza.

Danny había perdido el control de sus brazos, y las batutas daban al cubo con precisión, creando ritmos cada vez más interesantes.

Yo miraba mi cubo, triste, por no poder ofrecerle nada más que un triste golpe con una batuta.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué no aporreas?-me preguntó Danny.

-Solo tengo un brazo.-le dije, como si eso lo explicara todo.

-¿Te presto uno mío?

-¿De verdad?

-Claro.

Se puso detrás de mí y alargó un brazo.

-Después de ti.-dijo, invitándome a empezar.

No le hice esperar más.

Nos lo pasamos “teta”, tocando ritmos cada vez más alocados.

Danny empezó a hacerme cosquillas.

-Danny o paras o te aporreo la cabeza.

-Vale,vale.

-¡Para!

-¡Haha!

Como no cesaba, intenté golpearle con la batuta, pero él salió corriendo.

Lo di por perdido y dejé el cubo en un sitio donde no molestara.

Entonces, Harry se me acercó.

-Eh, Harry. ¿Cómo va eso?

-Bien, bien. ¿Y tú?

- Muy bien.

Se me quedó mirando.

-¿Qué pasa, Harry?

-Vamos, reconócelo.

-¿El qué?

-Sé que te gusta Danny.

Arrugué el entrecejo. Shit.

-Ya le gustaría a él que eso fuera así.

-Puedes contármelo. No se lo diré.

-Pero es que no hay nada que contar.

-Venga, que yo lo sé. Ayer hablé con Danny y se puso en el mismo plan. ¿A quién pretendéis engañar?

-A nadie.

-Ya, claro. Esas escenitas como la de ayer por la noche no son típicas de gente que no pretende nada.

Ups. Harry me estaba acorralando.

-Pero que…verás es que…

-¡Harry!

Harry puso los ojos en blanco.

-Maldito sea Jake, siempre llamándome en los momentos menos oportunos. ¡Voy, tío!-se giró hacia mí.-No te muevas.

-Vale.

En cuanto se alejó un poco puse pies en polvorosa y fui con Carol, que observaba como Tom y Danny metían, o lo intentaban, a Dougie en un cubo que luego tenían pensando tirar escenario abajo.

Ventajas de ser vampiro, supongo, que poco podía pasarte.

Finalmente, Harry fue en rescate de Dougie y acabó él rodando escenario abajo. Pobre hombre.

Cuando se levantó, le aplaudimos y nos fuimos a comer al hotel.

Después, subimos a la habitación.

-¿Y ahora qué hacemos? Tenemos todavía toda una tarde por delante.

viernes, 2 de septiembre de 2011

~Capítulo 15~

[POV Cris]

Esa misma mañana me dieron el alta.

Con mi ropa de antes y una “preciosa” escayola (firmada por ellos, eso sí) en el brazo izquierdo, intentaba recuperar la “vida normal” que tenía antes de todo esto.

-Bueno…-dije al salir.-Pues la vida sigue.

Estábamos contentos porque ese día podríamos salir hacia Liverpool. Harry más que contento, estaba emocionado.

De allí eran sus queridos Beatles.

Mientras volvíamos al hotel fue abordando a cada uno de nosotros contándonos cosas de ellos, pero nadie le hacía caso y a mí me dio pena.

-Anda, Harry, cuéntamelo a mí. Estoy muy interesada en su música.

Una sonrisa se dibujó en la cara de Harry y me contó muchas cosas sobre los Beatles.

Llegamos y subimos a nuestra habitación para recoger nuestras cosas.

-¿Qué hacemos con las cosas de Rebe?-preguntó Carol.

-Las quemamos.-dije yo sin titubear.-Y a ella, más de lo mismo.

-Que cosa más bruta de mujer.-dijo Danny.

Le fulminé con la mirada.

-Pues mira, en algo me parezco a ti.

Danny abrió la boca para contestarme, pero Tom le interrumpió.

-Podemos llevárnoslas. Quizá un día las eche en falta.

-Sí, como el cerebro que nunca tuvo.

Finalmente, accedí a llevarnos sus cosas. Básicamente, porque éramos dos contra cuatro. El otro era Dougie, que se había solidarizado conmigo en mi causa.

Nos subimos todos al bus de la gira. Nos esperaba casi medio día hasta Liverpool.

Hice una mueca de disgusto. El bus no era precisamente mi medio de transporte favorito.

-¿Qué pasa, te duele el brazo?-me preguntó Tom, preocupado.

Nada más subir al bus se había ocupado de que tuviera un buen sitio, cómodo y me había puesto un cojín bajo el brazo.

-No, Tom, en absoluto.

-No Tom, lo que pasa es que quiere llevar otra vez la batita esa azul del hospital que le sentaba tan bien…

-¡Cállate, Danny!

Intenté aporrearle la cabeza con el brazo escayolado, pero él fue más rápido y se apartó.

-La próxima vez no tendrás tanta suerte.-le dije.

-Eso está por verse.

Rechiné los dientes. Danny me sacaba de mis casillas.

-Danny, yo que tú no jugaría con fuego.-le dijo Harry.-Que ahora tiene un brazo inhabilitado, pero verás cuando pueda usarlo.

-Me gusta el fuego.

-Pero el que juega con fuego se acaba quemando.

-Dejar de hablar de mí como si fuera algo candente.-dije, riendo.

-¿Y qué pasará cuando tenga los dos brazos aptos? ¡Oh!-se llevó las manos a la cara y puso una gran sonrisa de atontado.-¿Me dará abracitos y mimitos?

-No precisamente eso…-dijimos Harry y yo al unísono.

-Anda Harry, pégale tú que estás más cerca y a mí se me escapa.-pedí.

Dicho y hecho.

-Yo que solo quería ser querido…-dijo Danny, con un puchero.

En el fondo, me daba un poco de pena. Él siempre estaba repartiendo besos y abrazos a todos, pero sin embargo nadie se los devolvía. Eso debía ser un poco duro, dar pero no que te den. Negué fuertemente con la cabeza. No debía olvidarme de que ese era el hombre que me exasperaba cada vez que hablaba.

Abandonamos a Danny con sus penas y Harry y yo nos pusimos a hablar sobre los Beatles, Tom se puso a mirar a las musarañas, siempre pendiente de mi brazo, todo hay que decirlo y Doug y Carol twiteaban cada uno con su móvil.

Cuando llevábamos aproximadamente la mitad del trayecto, comenzamos a hablar sobre el problema Peter-Rebe.

-De verdad…yo no entiendo como Rebe ha podido hacer lo que ha hecho.-dijo Carol.

Yo no quería añadir nada, por el momento.

-Uff y pensar que todo esto es por nuestra culpa…-dijo Tom.-Si nosotros no hubiéramos cazado en ese sitio, Peter no nos hubiera atacado y…

-Y Tom, por esa regla, entonces también nosotras tenemos nuestra culpa por cruzarnos con vosotros esa noche y no pensar en otra cosa que no fuera reunirnos con vosotros de nuevo.-interrumpí.-Si no fuera porque no creo en el destino, diría que todo estaba escrito.

Todos asintieron.

-Y bueno…¿qué hacemos?-preguntó Dougie.

-¿En mi opinión? Nada. Si dejamos que siempre sean ellos los que den el primer paso no podrán pillarnos por sorpresa puesto que ya nos esperamos un ataque de ellos. Pienso que debemos seguir con normalidad así…¿quién sabe? Quizá ya hayan perdido el interés de vernos las caras después de lo sucedido la última vez.

-Sí.

-Por fin, tanto ver películas ha dado sus frutos. “Para luchar en la guerra hay que ser la guerra”

A Tom le brillaron los ojos.

-No Tom, luego si quieres hablamos de eso.-reí.-Pues eso, dejemos que sea Peter quién de el primer paso, después de todo, contamos con algo que ni él ni Rebe tienen…

-¿Y qué es?-preguntaron todos.

-Un cerebro.

Todos nos reímos.

El bus pilló un bache y todos saltamos.

-¡Ah!-grité.

-¿Qué pasa, te has hecho daño, te duele el brazo?

Parpadeé.

-No, Tom, solo me he asustado. Por Dios, tranquilo.

Pero no lo hizo. Era demasiado sobreprotector con mi brazo. Temía que si lo mirabas en exceso podía dolerme, por mucho que le dijera que estaba bien y no me dolía.

¿Se podía una persona enamorar de un brazo? Porque si eso era posible, creo que era el caso de Tom.

Una vez, casi se come a Danny por estornudar cerca de mí.

[POV Danny]

Nada, que no había manera.

No podía acercarme a Cris de ninguna de las formas.

Cada vez que lo intentaba, Tom me lo frustraba.

Pero yo no me iba a resignar sin luchar.

Una parte de mí quería hablar con ella porque tenía cosas que decirla, pero otra…quería…bueno…

Me tiré sobre Harry.

-Harry…estoy muy aburrido.

-Pues ve con Dougie.

-Está con Carol y no me hace caso.

-Bueno, pues ve con Tom.

-Con ese menos. Está muy ocupado siendo el enfermero de Cris.

-Pues ve con ella.

-Tom no quiere que reciba visitas. Eres el único que me queda, Harry. Tengo todas mis esperanzas puestas en ti.

-Hum…¿y estás seguro que Cris no quiere tu compañía?

-No sé, cada vez que me acerco, intenta pegarme.

-Pero eso es porque la pones nerviosa.

-Bueno…¿y a quién no le pongo?

-A mí, Danny, a mí no me pones.

-Vamos Harry, no me digas eso, que eso no es lo que me decías antes…

-¿Antes de qué? Te estás confundiendo. Yo jamás he dicho semejante cosa de ti. Pero no me cambies de tema.

-¿Emm?

-He visto cómo la miras.

-Pues con los ojos, como tú, hahahahaha.

-Te conozco y solo miras así cuando has visto algo que te gusta…o cuando tienes hambre.

Uuuh.

-Sí, es verdad, tengo hambre.

-¿Sólo es eso?

-Sí,sí, no te preocupes.

-Mira por donde que no te creo.

-Tienes razón…¡soy increíble!

-Lo que eres es un papanatas.

-Mira quién fue a hablar.

Y comenzamos a pegarnos mientras nos reíamos.

[POV Cris]

Miré a Doug y a Carol, con los cuales me estaba riendo bastante.

-¿Falta mucho?-preguntó Doug a Carol.

-No, no mucho.

-¿Falta mucho?-repitió.

-No.

-¿Falta mucho?

-No.

-¿Falta mucho?

-No.

-¿Falta…?

Doug consiguió desesperar a Tom y este le tiró lo primero que pilló, que fue un mísero cojín.

Por fin, conseguimos llegar.

-¡Creí que este momento nunca llegaría!-dije, estirándome y haciéndome daño en el brazo, pero callando para no atraer a Tom.

Entramos en el hotel. Esto ya era como una rutina para mí, así que para ellos, qué debía ser…

Esta vez, cogieron una habitación para todos.

Cuatro camas y un sillón cama.

-Nosotros tenemos que comer algo.-dijo Harry.-Para manteneros seguras, tenemos que estar nosotros seguros de que no podemos hacernos daño.

Carol y yo asentimos.

-Pero Tom, tú te quedas.

-¡Ala! ¿Y por qué? ¡Yo quiero comer!

-¡¿No te pareció suficiente lo de ayer?!-le pregunté, indignada.

-No…no quería decir eso, bueno…es que…

-Lo que Tom quiere decir es que le puede el ansia.-salió Danny “en defensa” de su amigo.

-Tom, tú ya comiste ayer y además…alguien tiene que quedarse con las chicas.

-Sí, Tom. Después de lo de Peter no pueden quedarse solas, aunque…sabiendo lo de tu ansia…cualquiera las deja contigo.-le dijo Dougie.

Tom tuvo ganas de estrangularlo, pero le dije que como lo hiciera le atizaba con el brazo roto.

Finalmente, los chicos se fueron con la promesa de que volverían.

-Siento que te hayas tenido que quedar de canguro, Tom.-le dijo Carol.

-Sí, lo sentimos. Sabemos que te gustaría estar comiendo.

-Vaya, menudo concepto que tenéis de mí.-rió.-No pasa nada. Hablando de comida…¿no tenéis que comer vosotras?

-Pues sí.

-Vaya, yo ya me había olvidado de la cena.

-¡Ah, qué tiempos aquellos en los que yo cenaba!-dijo él, con nostalgia.

-Tampoco quedan tan lejanos, Tom…-le dije, riendo.

Bajamos abajo y él se fue a sentar a una mesa mientras nosotras mirábamos con ojo escrutor el buffet libre.

Carol se cogió un plato de macarrones y yo algo de pasta al dente.

Nos sentamos cada una a un lado de Tom y nos dispusimos a comer.

Tom pasaba la mirada de la una a la otra, de la una a la otra.

-¿Qué te pasa?-le pregunté, finalmente.

-¿Puedo…probar?

-¿Qué? ¿Qué quieres comer?-le preguntó Carol.

Ella y yo le mirábamos incrédulas.

-Sí…es que echo de menos el cenar.

-Nunca he leído nada de vampiros que coman nada.-dije.-¿No crees…que puede ser peligroso?

-Dicen que lo que no mata, engorda.-dijo él.

Carol y yo nos reímos.

-Pero tú, Tom, uno, ya estás muerto y dos, no puedes engordar.-le aclaró Carol.

-Pero bueno, puede probar un trocito de pan haber.-dije mientras le partía un cacho.

-Dicen que si hay pan, hay esperanza.

Carol y yo ya casi no podíamos aguantarnos las lágrimas de la risa.

-Toma, prueba.

Cogió el pan y lo olió.

-Hum, huele a pan.

-Porque es pan.

Y lo mordió. Y tragó.

-¿Y…bien?-preguntamos.

-¡Está bueno!

Su cara era un ictus de la más pura felicidad.

Siguió comiendo durante un buen rato, parecía un pozo sin fondo.

De pronto, sin previo aviso, se levantó.

-Voy al baño.-anunció.

-¡Ah! ¿Qué tú vas al baño?

No pudo responderme, porque salió pitando.

Carol y yo estábamos hablando sobre la comida fuera de España cuando Tom volvió. Traía mala cara.

-¿Qué te pasa?-le pregunté asustada, agarrándolo del brazo.

-N-nada.

-¿Qué ha pasado?

-Que he echado toda la comida.

-¡Oh, pobre!-le dije.

-Entonces…los vampiros no pueden comer comida.-resumió Carol.

-Por más que comía no conseguía llenarme…hasta que comencé a sentirme mal.

-Bueno, Tom. No le des más vueltas, ya está.-le dije.

Abandonamos el restaurante y subimos a nuestro cuarto. La verdad, no nos sorprendió ver a los chicos allí, esperándonos.

-¡Eh, Tom!-le dijo Harry.-¿Y esa cara?

-Ha probado nuestra comida.-le expliqué.

-¿Qué? ¿Y qué ha pasado?

-Que nuestra comida y los vampiros no son compatibles. Pero bueno…ya está mejor. ¿Y vosotros? ¿Qué tal?

-De miedo, pero… bueno, ahora os tenéis que dormir.

-Me siento como una niña de cinco años.

Pero les hicimos caso y fuimos a coger los pijamas para cambiarnos.

-Cris, ¿crees qué…?

-Sí, Tom, no te preocupes. Seré capaz de ponerme el pijama con el brazo. Me van los retos.

Así fue.

Tocó hacer las reparticiones de camas.

-Cris necesita una cama para ella sola. Podría hacerse daño en el brazo. Si hace falta, le cedo la mía.

-Tom…me malcrías.-reí.

Al final, no sé cómo acabamos, solo sé que Dougie no quiso dormir con Harry en el sofá cama, que yo estaba de nuevo en medio de Tom y Danny y que Carol estaba indecisa ante el mundo.

-Pues ven conmigo.-le dijo Doug, que estaba en el sofá.-Así hablamos.

-Ya, hablar…-dijo Danny.-No te conocemos ni nada, Doug.

-¡Eso,eso!

-¡O os calláis o os callo!-les amenacé. No hizo falta más.

-Jo, qué miedo…

-Cuando Cris se pone así…ni siendo vampiro me siento seguro.

-Danny, se está jugando una patada y, qué casualidad, tú tienes todas las papeletas.

-Vale, vale.






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En teoría, este iba a ser el capítulo de Danny y a pocos lo está siendo (?) Algo me dice que el 16 va a ser un poco más su capítulo. El 15 iba a ser más largo, pero es que iba a ser ENORME.


P.D: ¿Se puede saber quién ha sido la persona que ha votado en la encuesta que me quede "Sola y amargada"? ¡Me urge saberlo! ¿Por qué me odias? Jaja. Aunque para odio, las personas que me lo tienen por haber votado por Peter. ¿Quién? ¿Y por qué? JAJAJAJA