sábado, 1 de octubre de 2011

~Capítulo 19~

[POV Danny]

Harry, en un parpadeo, se colocó frente a mí, con las manos en alto, intentando detenerme.

Abrió la boca para decirme algo pero en ese momento se oyó un disparo. De su boca no salió ningún sonido.

Parpadeé de nuevo y Harry, con una mueca de sorpresa, cayó de rodillas al suelo.

Oí detrás de mí a Cris gritar, o quizás fuera Carol… o puede que ambas.

Miré al hombre, el cual sostenía la pistola humeante que había disparado a mí amigo, le miraba con terror.

De pronto, se dio la vuelta y echó a correr.

Hice un amago de salir a perseguirlo pero Harry se levantó y, emitiendo un grito, saltó y atrapó al hombre, que gritaba todo tipo de barbaridades.

Algunas decidí guardarlas para mi uso personal.

-¡Danny!-me gritó entonces Tom-¡Párale!

-¡Ya voy yo!-gritó Dougie, que pasó ante mí con una rapidez envidiable.

Estaba seguro que de que él era, con seguridad, el más rápido, al igual que Harry era el más fuerte, Tom, indudablemente, el más zampabollos y yo…el más Danny.

¿Qué hacía yo pensando en esto en una situación como aquella?

Observé a Dougie.

No intentaba detener a Harry, al contrario, Harry intentaba apartarlo del hombre porque Dougie intentaba comérselo con una voracidad increíble.

-¡Tom!-le llamé.

-Who you gonna call? Tom Fletcher!-dijo este, al ritmo de sus queridos Ghostbusters mientras se posicionaba a mi lado.

-Tom, ¿podrías dejar tus frikadas a un lado por un momento, por favor? Esto es serio.

Parecía mentira que fuera yo quién tuviera que pedirle a Tom que se centrase, ya que normalmente (por no decir siempre) era al revés.

-Vale.

Dougie empujó a Harry y le hincó los dientes al hombre en el hombro, manando la sangre de la herida y poniendo a Dougie aún más frenético de lo que estaba.

-Tenemos que pararle o se volverá salvaje.

-¿Más de lo que ya era antes?-Tom asintió.-Entonces vamos.

[POV Dougie]

Corrí hacia Harry para pedirle que dejara en paz al hombre. ¿Y qué si le había disparado? Seguramente, el hombre había pretendido intimidarnos con el arma y al ver a Danny abalanzarse contra él se había asustado y se le había disparado por accidente.

No tenía por qué ponerse así, esas cosas pasaban. Y él, de todas formas, no podía morir.

Golpeé a Harry en el hombro con fuerza.

-¡Harry, para!¡Déjale en paz!

Harry me ignoró o bien no me escuchó.

Volví a golpearle.

-¡Harry joder para!

Esta vez sí que giró la cabeza y me miró. Tenía toda la cara empapada de sangre, así como la camiseta.

Entonces, me llegó el olor.

Sangre.

Me llegó el delicioso olor de la sangre.

Estaba ahí, tan cerca, tan sumamente cerca de mí… Solo tenía que cogerla.

Pero no quería. ¿O sí?

Miré a Harry con desconfianza, mientras pasaba la lengua por los colmillos, relamiéndome.

No quería compartir aquella sangre con Harry.

Me daba igual que el hombre le hubiera disparado a él, es más, me daba igual el hombre o lo que hubiera hecho, solo quería su sangre.

Empujé a Harry con todas mis fuerzas para apartarlo del hombre, pero Harry no lo soltaba.

Me empujó a mí, pero no me moví.

Me acerqué rápidamente y le clavé los dientes en el hombro a aquel hombre, y noté cómo la sangre brotaba de la herida y entraba en mi boca.

Notaba su delicioso sabor y su dulce calor reconfortante que me encendía por dentro.

Entonces, unas manos me agarraron y me apartaron del hombre.

-¡No!-grité, resistiéndome.-¡Dejadme comer!

Intentaba desasirme por todos los medios, pero Danny y Tom me agarraban con fuerza.

Soltaba dentelladas al aire, totalmente ciego por la sed. No podía pensar en otra cosa.

Tom y Danny me empujaron hacia atrás y se pusieron de escudo para evitar que viera la escena pero yo no la veía…yo la olía.

En ese momento, sentí otras manos que me aferraban de los brazos, aunque apenas sin fuerza comparadas con las de mis amigos.

[POV Tom]

Las chicas habían agarrado a Dougie, que se giró para mirarlas.

Bien. Supuse que al ver a Carol, Doug volvería en sí…pero no fue así.

Dougie echó los brazos hacia atrás con muchísima fuerza y las chicas salieron despedidas varios metros hacia atrás.

-¡Joder, qué bestia!-exclamó Danny a mi lado.

No quise decirle que normalmente él era igual o peor.

Fui hacia Dougie y lo agarré del cuello.

-¡Vuelve…en…ti…joder!-cada una de mis palabras iba acompañada de una bofetada.

Finalmente, las pupilas de gato desaparecieron de los ojos de mi amigo y este volvió a ser normal. (Si es que lo había sido alguna vez…)

-Eh…Tom…¿qué pasa?-me preguntó, atontado.

-¿Qué qué pasa? ¡Pues eso pasa!-dije, señalando detrás suya, donde aún seguían las chicas, tiradas en el suelo de cualquier manera.

-¡Ala! ¿Y he sido yo?

-¡Tú solito, sí!

-¡Dios!-salió corriendo y se posicionó a su lado-¡Lo siento tanto, de verdad…!

-Bah, no pasa nada-dijo Carol mientras Doug la ayudaba a levantarse.

-Sí, Doug, no pasa nada. Si salir volando es nuestro hobby…-dijo Cris.

Fui a ayudarla, ya que nadie lo había hecho.

-Muy caballeroso de tu parte, Tom, gracias.

-Un placer.

-¡ES MI JODIDA PRESA!-gritó Harry.

Todos giramos la cabeza.

Danny había ido a tratar de detener a Harry, pero este no estaba por la labor.

Nos acercamos todos con cuidado.

Carol le hizo taparse la nariz a Dougie para evitar que oliese.

Le gritamos todos a la vez a Harry que parase e incluso Cris le pegó con el brazo escayolado, pero nada, no paró hasta terminárselo entero.

Cuando eso pasó dejó caer el cuerpo inerte al suelo y se levantó.

Lentamente se giró hacia nosotros.

-Este no es nuestro Harry-dijo Cris encogiéndose tras Danny.

-Sí, nos lo han cambiado.

Harry estaba totalmente cubierto de sangre y respiraba con fuerza.

Cerró los ojos y relajó los hombros. Cogió aire, lo soltó y abrió los ojos.

-Ya podemos irnos-dijo.

-¿Y qué pasa con él?-pregunté, señalando al hombre sin vida tirado en el suelo.

-Ah, es verdad, se me olvidaba.

Lo cogió y lo metió de cabeza en un contenedor de basura que por casualidad allí había.

-Solucionado, vámonos.

Ninguno se atrevió a discutirle.

Caminamos hacia el hotel,observando siempre a Harry, que iba delante de nosotros.

Nos preocupaba que alguien pudiera verlo así, cubierto de sangre, pero se veía que a él no le importaba lo más mínimo.

Cris no se movía de detrás de Danny, mirando todo el rato a Harry, como si temiera que e cualquier momento este se diera la vuelta y se lanzara contra ella.

Dougie iba mirándose los pies, mientras comentaba apenado lo que había ocurrido.

-Pero Dougie, no te culpes más, si esto es vosotros es normal…-le dijo Carol.

-En ellos, pero no en mí.

Finalmente, llegamos al hotel. Fue toda una suerte que no hubiera nadie por allí en aquellos momentos.

Subimos todos a la habitación y Harry fue a ducharse.

Creo que fue la tercera vez ese día.

-¿A qué vienen esas caras tan largas?-preguntó, después de salir pulcro de la ducha.

-¿A ti qué te parece?-inquirió Danny.

-¿Es por lo del hombre ese?

Asentimos.

-Tuvimos miedo, Harry.

-Ese no eras tú.

-Parecías poseído.

-Parecías…parecías malvado.-le dijo Cris, que seguía cerca de Danny.

-Oh, bueno…-hizo una pausa.-No volverá a pasar. Siento haberos asustado. Lo siento.

Aceptamos sus disculpas.

-Bueno…¿qué? ¿Salimos?-preguntó, entusiasmado.

-¿Qué? ¿Otra vez?

-Claro, ¿por qué no? Esto solo ha sido una tontería, no tiene por qué amargarnos la noche.

-¿Vosotras queréis salir?-pregunté a las chicas.

-Sí.

-¡Siempre!-gritó Cris, entusiasmada también.

Empezaba a preocuparme. Tanto tiempo con Danny…se le empezaba a pegar algo de él…y no precisamente lo bueno.

Olvidando lo sucedido anteriormente, salimos todos del hotel y dimos un par de vueltas hasta llegar a una discoteca que tenía una guitarra en el letrero.

Decidimos entrar, ya que no teníamos nada que perder.

-Uy, qué bien…Voy a ser la más moderna bailando con esto.-dijo Cris, señalándose la escayola.

-A mí me gusta.-dijo Danny.

-Pues te la doy, si quieres.

-¿Dónde hay que firmar?

Nos reímos y entramos.

En la entrada nos dieron pulseras fluorescentes.

-¡Eh, miradme!-gritó Harry.

Todos lo hicimos.

Harry se había puesto las pulseras fluorescentes en los orificios de la nariz y le colgaban cuales mocos de colores y también se había puesto alguno en las orejas.

Nos reímos de él y echamos un vistazo a la disco que se extendía ante nosotros.

Ambientada en los 80, con su suelo que cambiaba de color estilo “Fiebre del sábado noche” y su bola típica en el techo.

Nos molaba.

Había gente, aunque no la suficiente para alarmarse.

-¿Queréis algo de beber?

-Yo…

-No, Harry, tú ya has bebido bastante.-le dijo Danny.

-¡Eh!

Volvimos a reírnos de él.

-Nosotras sí.-dijo Carol.

-Nosotros si eso más tarde.

-Pues vamos nosotras, Cris.

-Pues vamos, si es lo que toca.

[POV Cris]

Dejamos a los chicos en la pista peleándose por las pulseras de colores y nos encaminamos hacia la barra que había.

El camarero nos dijo un adjetivo en inglés que no supimos identificar y después nos preguntó qué queríamos.

Iba a contestarle que dos Coca-Colas cuando alguien me interrumpió.

-¿Podríamos invitaros a algo?

Giramos la cabeza, para mirar al que había osado dejarme con la palabra en la boca.

Era el típico chulo de discoteca, con sus típicos amigos chulos de discoteca. Estos tíos nunca iban solos. Apostaba mi brazo sano a que se llamaba Peter.

-Emm…no,no, gracias.-le dijimos y seguimos a lo nuestro.

El camarero nos había abandonado y atendía a otros.Traidor.

El supuesto Peter (si es que los hay en casa esquina) me agarró de la mano.

-Venga, vamos, solo una copa…

-¡Hemos dicho que no!-dije, intentando soltarme sin resultado con un gesto de enfado.

-¿Paso algo?

Detrás nuestra oía la voz de Danny que, como de costumbre, acudía al rescate sin ser llamado. (O quizá sí que lo fuera…)

El chaval fue a contestarle algo, pero entonces apareció Dougie.

-¿Qué me he perdido?

Ninguno dijo nada.

Entonces Danny se percató de que el chico tenía secuestrada mi mano.

-¿Le devuelves su mano? Gracias.-sin esperar respuesta, Danny avanzó y me liberó del absurdo agarre.

El chico fue a decir algo, pero tanto Danny como Dougie le miraron amenazadoramente.

Él y sus amigos, con un gesto de desprecio, se fueron sin decir palabra.

-¡Con vosotras hay que tener un cuidado…!-dijo Dougie, mirándonos a las dos.

-A mí no me mires que yo solo quería una Coca-Cola.-le dije.-Pero ya se me han pasado las ganas.

-Quizá más tarde.-dijo Danny.

-Quizá coincidí con él.

-¿Quieres bailar?-le preguntó Dougie a Carol.

-¡Sí!-respondió esta excesivamente entusiasmada.

Danny y yo cuchicheábamos por lo bajo.

-Ni que ya le hubiera dado el “Sí, quiero”…

-Es verdad.

Y nos reímos.

-Y bueno…¿quieres bailar?-me preguntó.

-¿Contigo? Hum…-puse cara de meditarlo profundamente.-¡Sí, quiero!

Empezamos a reírnos y le di una mano. (La única que me quedaba disponible)

-¿Amigos?

-Amigos.

Y siendo amigos nos encaminamos a la pista camaleón, que ahora pasaba de verde a azul.

Carol y Doug ya estaban en ella, dándolo todo bailando y Tom y Harry bailaban una especie de vals improvisado al ritmo de su propia música.

Llevábamos tres bailes cuando se acercó el camarero, que me volvió a decir el mismo adjetivo de antes y algo más. Pues si no lo había entendido antes no lo iba a hacer ahora,

-¿Qué es una hot ride?-le pregunté a Danny.

-Es…pues…

-Mira, mejor no saberlo.

Pero el camarero me seguía hablando, cual mosca cojonera.

-Joder Danny…¿me puedes decir qué demonios quiere?

Danny atendió a las palabras del camarero, que serían de todo menos sabias.

-Que bailes con él.

-¡Oh!-me giré hacia el camarero.-Sorry, but I´m good with he. Maybe another day.

Y el camarero despechado se fue, al fin.

-Si ya lo decía Dougie, que con vosotras hay que tener un cuidado…

-Es por la escayola. Es guay. La escayola mola.

-¿Sólo la escayola?-esbozó una sonrisa.

-¡Tienes razón! Las firmas de la escayola la hacen más especial y molona.

Danny rió.

-Yo me refería a ti.

-¿Qué yo molo? ¡Já! Ni en mis mejores sueños. Sin esta escayola, yo no sería nada.

Danny reía.

En ese momento, nos pusieron GreaseLightning y, todos corriendo y riendo, nos pusimos en fila bailando el tan famoso baile.

Digno de mención es el momento en que Dougie le metió a Harry el dedo en el ojo.

Por petición de Dougie, nos pusieron “My heart will go on”, aunque remezclada con una chica que pagaba gritos y nos daba miedo. Lloramos de risa cuando Tom y Danny interpretaron el famoso momento de la película Titanic de “Si tú saltas yo salto, Jack” y situaciones por el estilo.

Empezó a sonar la canción de Dity Dancing, aunque mucho más rápida y con lo que parecía la voz de Pitbull por debajo.

Tom me elevó por el aire y yo reí cual estúpida colegiala.

Danny y Harry bailaban muy acarameladitos y Carol y Doug más de lo mismo.

Sonó entonces la canción de “Ghost”, aunque mezclada con lo que parecía un loro dando voces subido en una moto.

-¡A mis brazos, Harry!-exclamé.

Bailamos juntos esa canción mientras Tom bailaba con Carol y Danny con Dougie.

Cuando sonó la de Ghostbusters (fue por petición mía y de Carol), Tom se nos volvió loco. Bailaba como no había bailado en su vida y la gente se apartaba de su lado por miedo a recibir una patada o algún que otro puñetazo.

Se le veía feliz, dándolo todo solo en la pista. (Había conseguido espantarlos a todos) Cuando se acabó la canción, retornaron.

Sonó pues, una canción harto conocida por nosotros.

-I wanna know your name…!-gritamos Danny y yo.

Los dos nos volvimos locos saltando y dando palmas, mientras Tom saltaba ( bastante más alto que nosotros, la verdad) detrás nuestra, poseído por la música.

-Ahora sí que me apetece beber algo.-dijo Danny.-Algo con alcohol.

-¿Vosotros podéis emborracharos?-le pregunté.

-No sé, pero pienso averiguarlo esta noche.

Entonces sonó Beat it remezclada con Thriller y se nos olvidó que teníamos sed.

Cuando acabó, volvimos a recordarlo.

-Ya voy yo-dijo Danny, perdiéndose entre la multitud. Pobre, no confiaba en mí. Bueno, yo tampoco lo hacía.

Divisé en la diversidad al Peter de antes no muy lejos de mí y decidí huir y refugiarme tras Harry que bailaba solo.

-¿Y Tom?-le pregunté.

-Ha ido a por algo de beber.

-Ah, ¿pero aún tienes sed?-bromé.

Rió.

-Yo siempre tengo sed.

Hice ademán de apartarme de él con lentitud.

-¡Pero no ese tipo de sed!

-¡Ah, vale!

Y ambos reímos.

Entonces apareció Tom con dos bebidas, una en cada mano, y haciendo equilibrios con otra.

-Toma-dijo dándole una a Harry-Y esta es para ti.-dijo, dándome otra.-Me la dio Danny.

-¿Dónde está?

-Ha ido a la cabina de DJ.

-Vamos, que me ha abandonado en la miseria…

-Pues sí, podría decirse así.

Tom, como siempre, tan sumamente comprensivo.

-¿Y ahora con quién bailo yo?-pregunté, mientras daba un trago a la Coca-Cola.

-Conmigo.-dijo Tom rápidamente.

-¿Y entonces quién baila conmigo?-dijo Harry, con voz de pena poniendo ojitos.-¡Yo siempre solo!

-Podemos bailar los tres, Harry.-le dije.

-¿Si?

-¡Claro! ¡Donde caben dos caben tres! O al menos eso decimos allí en España…

Y más contentos, nos pusimos a bailar.

De vez en cuando pisaba a Tom y a Harry, pero si les importaba, no decían nada.

Danny nos saludó desde la cabina, muy contento.

-No, si con este no hay remedio…

-Es verdad…

-Espero que nos ponga un repertorio bueno…

-Sigue soñando, Tom, sigue soñando…

Después de un rato, Danny volvió.

-¿Qué? ¿Ya te cansaste?-le preguntó Harry.

-No, me echaron.

-Porqué no nos extraña…

-Me abandonaste.-le acusé.

-No te abandoné, te dejé por un breve período de tiempo.

-Ya…-agarré a Tom y a Harry.-Suerte que tengo a estos dos caballeros, que si no…

-Eso, Danny.

-Nosotros somos caballeros, tú no.

-Yo también quiero ser un caballero.-dijo Dougie, entrando en la conversación de repente.

-Tú con Danny, so plebeyo.-le dijo Tom.

Empezó pues una conversación puramente medieval entre ellos.

-¿De qué hablan?-me preguntó Carol.

-Vete tú a saber…-le respondí.

Al final, todos debieron acabar siendo caballeros, porque se acabó la conversación. Aumentó la música, los bailes y, con ellos, el número de bebidas que ingerían.

-No puede ser…

-¡Están borrachos perdidos!

-Pero…¿cómo puede ser que ellos…?

Carol y yo desistimos de entender nada. Simple y llanamente, estaban los cuatro pedo.

Tom empezaba a pegar golpes a Harry y se reía.

-Pegar es…divertido.-decía.

Dougie daba vueltas sobre sí mismo en medio de la pista y Danny estaba rodeado de un número considerable de chicas y les estaba contando algún que otro cuento para impresionarlas.

Fruncí el entrecejo.

A mí me abandonaba por una cabina de DJ y con esas…esas…bah.

Tom finalmente desistió de pegar a Harry y se sentó en la barra. Decidía que desde allí tenía buenas vistas.

-Es hora de irnos, venga, va.-dije, mientras le tiraba del brazo.-Vámonos ya, Tom.

-Vale.-saltó de la barra y se tambaleó. Le agarré más fuerte.

Carol vino arrastrando a Dougie y a Harry, los traía a cada uno de una mano.

-¿Y Danny?-la pregunté.

-No sé, creía que lo tenías tú.

Ni que Danny fuera un cromo o un sello que yo pudiera tener.

Miramos alrededor, pero Danny no estaba por ningún lado.

Las chicas con las que había hablado seguían ahí, pero él no.

-¿Dónde habrá podido ir?

-Muy lejos no, eso seguro…

-Toma-le tendí el brazo de Tom.-Sújetalo tú. Voy a buscarlo.

Me encaminé en su búsqueda. Miré debajo de un sillón que había, detrás de las sillas, por la cabina de DJ pero nada.

Decidí buscar en los baños, pero no sé para qué querría estar en uno sino lo necesitaba. Miré en el las chicos.

Había un tío tirado en el suelo que me dijo algo obsceno cuando metí la cabeza, pero nadie más.

Decidí mirar en el de las chicas, que no estaría allí, pero había que mirar por si alguien lo había visto.

Abrí la puerta y me llevé las manos a la boca.

-Dan…Dann…¡Danny!- dije.

Este estaba con una chica. Giró la cabeza hacia mí cuando pronuncié su nombre. Me miró profundamente con sus pupilas de gato.

1 comentario:

  1. DIOS MIO!!! Hay cada bitch en los baños públicos!!!!! Qué vergüenza de verdad... ¿Dougie pedo? ¿¡DONDE HAY QUE FIRMAR PARA VER ESO!!?? O__O XDDD

    ResponderEliminar