viernes, 7 de octubre de 2011

~Capítulo 20~

No. No podía ser.

Pero, sin embargo, lo era.

Danny iba a morder a aquella chica. Por suerte, había llegado justo a tiempo para poder evitarlo.

La chica estaba entre Danny y la pared, que me seguía mirando con aquellos ojos que no llegaban a ser los suyos del todo. Ella reía tontamente, estaba más pedo que él. Mejor, así mañana no recordaría nada.

Danny dejó de mirarme y se volvió hacia la chica.

-¡Danny! ¿Qué te crees que haces?-le espeté.

Estaba muy, pero que muy enfadada, aunque desconocía el motivo y eso me enfadaba aún más.

Este me ignoró, cosa a la que no estaba acostumbrada. Corrí y me metí entre ambos, apartando a la chica de un empujón.

-¡No dejaré que lo hagas!- le miré a los ojos, desafiante.-¡Vuelve en ti, ahora!

Levanté (muy a mí pesar) ambos brazos para darle una somanta de guantazos para hacerle regresar, tal y como le había visto hacer a Tom horas antes con Dougie, mas Danny me agarró los brazos y me los inmovilizó contra la pared.

Tiré de ellos hacia abajo, intentando liberarlos, pero Danny los tenía bien sujetos.

Le miré, con miedo. En otra situación, no le habría temido, pero es que no me estaba enfrentando a Danny, si no a un vampiro que, en menos de lo que tardo en pestañear, podía acabar con mi vida si así lo quisiera.

Danny me miraba fijamente y eso me molestaba, aunque me molestaba mucho más el hecho de que nadie notara mi ausencia y fuera a buscarme. ¿Es que no les importaba una mierda o qué?

Entonces Danny me sacó de mis pensamientos, acercándose más a mí. Comenzó a bajar la cabeza hasta ponerla a mi altura y pude mirarle sin necesidad de alzar la barbilla.

Le miré intensamente, intentando mirar dentro de él, pero me era imposible saber qué pensaba en esos momentos. ¿Por qué no hacía nada? ¿Por qué solo me miraba?

-Por favor…-le pedí.

Danny se acercó más.

“Por favor, que venga alguien, quien sea, me da igual. Carol, Harry, el camarero…incluso Peter. Por favor, que alguien lo detenga”-pensé.

Pero no apareció nadie, bendita de mi suerte.

Danny puso su frente contra la mía.

-Por favor…no te acerques más…- dije, suplicándole.

Él me miraba fijamente a los ojos, mientras que los míos descendían rápidamente a sus labios para luego ascender veloces y devolverle la mirada. ¿Qué miraba, qué buscaba mirándome así?

Apreté las manos con fuerza e intenté liberarme de nuevo, pero aunque usé toda la fuerza que poseía, no me moví un ápice.

Danny me tenía bien agarrada, no tenía donde huir, donde escapar. I had nowhere left to run.

Con el rabillo del ojo, busqué a la chica en busca de ayuda, pero esta se había dormido, estirada en el suelo cual larga era. Qué ayuda. Estaba sola.

Dirigí de nuevo el uso de mis cinco sentidos hacia Danny, que me seguía mirando. Aquella espera me estaba matando, aparte de las cosquillas que sentía en los brazos, ya que se me cansaban de estar en alto y la presión que Danny ejercía sobre ellos me hacía daño.

¿Pero por qué no hacía nada? ¿Por qué estaba tan quieto?

Se acercó más, se deslizaba hacia abajo, su nariz rozó suavemente la mía…

“Oh, no”-me susurré para mis adentros, mientras comenzaba a hiperventilar. Sin embargo, no me aparté de su trayectoria y dejé que me besara.

-Por favor…-dije, apartando la cabeza, pero él buscó mis labios y los encontró, acallando lo que iba a decir.

Se acercó más y me aplastó contra la pared. Molesta, aparté la cabeza, pero él no lo iba a dejar así. Volvió a buscarme y a encontrarme, aunque esta vez me mordió el labio, lo que me hizo sobresaltarme.

Danny bajó por mi barbilla y se trasladó a mi cuello…A MI CUELLO. Oh, no.

-Danny…Danny, no.-le dije, tirando de mis brazos, pero dándolo por imposible. Las piernas no me eran de gran ayuda, estaba completamente aplastada, emparedada entre Danny y la pared.

Danny me mordía ligeramente el cuello, no lo suficiente para hacerme daño, pero en cualquier momento podía darme el mordisco que acabaría con mi vida tal y como la conocía…si no me mataba.

Entonces, Danny mordió más fuerte y yo grité. Algo pasó en ese momento, porque Danny se apartó rápidamente de mí. Yo me eché la mano al cuello y me fui por patas de allí.

Me encontré con Carol, que me esperaba fuera de la discoteca, con Tom, Harry y Dougie, que, curiosamente, parecían completamente sobrios.

-¿Lo has encontr…? ¡Pero, ¿qué te pasa?!- me preguntó, alarmada, mi amiga.

No debía de tener buen aspecto. Me dolía la herida del cuello, me palpitaba el labio, me dolía el cuerpo por haber sido aplastado de aquella manera y a duras penas podía contener las lágrimas. Aunque no eran lágrimas producidas por el dolor físico, ya que lo que yo tenía herida era otra cosa.

-Sí, sí lo he encontrado. Está en el baño de las chicas.-se me quebró la voz a mitad de la frase.

-Pero…pero… ¿y tú qué…?-empezó Tom a preguntar.

-Me…me atacó.-dije. En ese momento, solté un sollozo, aunque me contuve.-Iba a morder a una chica y yo quería impedirlo…y acabó…y acabó atacándome a mí.

Tom, raudo y eficaz, se puso delante de mí.

-¿Qué iba a qué? ¡Pues haber dejado que lo hiciera!

-No podía, Tom. No podía dejar que eso pasara.

Tom se fijó entonces en la mano que tenía apretando la herida del cuello.

-¡¿Te ha mordido?!-preguntó, sorprendido.

Mis amigos, al oírlo, se alborotaron.

-S-sí.

-¡¿Por qué no nos lo habías dicho antes?!-me regañó Tom. Me sentía fatal. Que me regañara Tom era la segunda cosa que estaba en mi lista de “cosas que me hacían sentir como una mierda”.-Haber, déjame ver…-me quitó la mano con cuidado y contempló el mordisco.-Desde luego, te ha mordido con ganas, tienes aquí un buen bocado…

-Dougie, aléjate, vamos.-le ordenó Harry.

Harry estaba lleno y podía contemplar la herida con serenidad, mientras que Dougie, bueno…era mejor no tentarle.

Obedeciendo, se apartó y se quedó al margen.

Vi que Tom luchaba interiormente por mantener el control. Él era el que más tiempo llevaba sin comer y aquello parecía costarle bastante.

-Tom, tú también puedes irte si te sientes incómodo…-le dije.

-No, estoy bien. ¿Y tú cómo te sientes?

-No muy allá…pero gracias al cielo Danny se detuvo antes de beber nada…

-¿Hizo eso?-preguntó Tom.

-Sí. Despertó como de una especie de trance cuando grité, por el mordisco…

-Ahora se debe sentir como una mierda-dijo Harry.-Dudo que escuche a algún otro que no seas tú, Tom.

-Sí, debería ir a hablar con él.-respondió este.-Pero…-me miró.

-Estaré bien-le dije-Danny es más importante.

-Nosotros nos volvemos al hotel-dijo Harry.-Yo cuidaré de ella, Tom.

Tom asintió.

-Hablaré con Danny e iremos ambos.

Dicho esto, se dio la vuelta, dispuesto a entrar de nuevo.

-¡Tom!-le llamé. Este se giró se giró.- Dile a Danny…dile a Danny que lo perdono.

Tom sonrió.

-Eso lo ayudará.

Y se fue.

[POV Danny]

Imbécil. A mí se me podía designar perfectamente por esta palabra. Imbécil. ¿Pero qué diantres había hecho?

De poco me acordaba, hasta que había vuelto en mí de repente y me percaté de lo que estaba haciendo, aunque ya era tarde para lamentarse, el mal ya estaba hecho.

Pobre Cris, esta sí que no me la iba a perdonar y sus razones tenía.

De pronto, entró Tom en el baño.

-Danny, tío… ¿estás bien?

No respondí a su pregunta.

-¿Está ella bien?

-Un poco asustada y con un mordisco en el cuello…pero se recuperará.

Suspiré.

-Que susto, Tom. Yo…yo…me pensé lo peor.

-Pues no, Danny, menos mal. Por lo que ella nos ha contando, paraste un segundo antes de…

-Sí, no sé. Era como si antes no fuera yo y luego, justo en ese momento, tomara consciencia de todo.

-A eso se le llama estar “ebrio”.

-Sí, pero…

-Nosotros ya no estamos vivos, por lo tanto el alcohol no nos dura mucho en el organismo, por lo…

-Vale Tom, me hago una idea-volví a suspirar.-He metido la pata hasta el fondo, ¿verdad que sí?

-Pues…un poco, sí.

-Esta no me la va a perdonar.

-En eso te equivocas.-miré a Tom sin comprender.-Lo último que me dijo antes de irme fue que te dijera que te perdonaba.

-¿Qué? ¿De verdad? ¿Después de besarla y todo?

Ahora era Tom quién me miraba sin comprender.

-¿Qué hiciste qué?

-Sí, acabo de recordarlo. Iba a cenar-señalé a la chica del suelo-cuando apareció ella y lo evitó. Entonces yo la agarré, la puse contra la pared y... ¿a qué viene esa cara, Tom?

Tom me miraba raro, yo diría que hasta con inquina.

-Viene a que más te valdría ser más cuidadoso.-no sé por qué pero me daba que no era por eso.-Podríamos haber tenido un accidente.

-Tiene gracia que me lo digas tú.

-Al menos, yo no acorralo a mis amigas en el baño para…para comérmelas.

Nos miramos los dos un minuto sin decir nada.

-Uh, Tom, lo que pasa es que estás celoso…-Tom abrió la boca para replicar.-¡Celoso de que yo bese a otras! Creí que lo nuestro solo era sex…

-¡Vale, vale, cállate ya!-dijo Tom, riendo.- Recuerda que esto no tiene que ver conmigo, sino con Cris.

Oírsela mencionar a Tom me quitó la sonrisa de la cara.

-¿Dónde está ahora?-pregunté.

-Ella y los demás se han vuelto al hotel. Yo me quedé para hablar contigo. Cris estaba muy preocupada, más por ti que por ella.

-Pues volvamos. Creo que le debo una disculpa.

-¿Solo una?

[POV Cris]

Agarrada del brazo de Harry, volvimos al hotel. Harry subió conmigo a la habitación para ver qué se podía hacer por mi herida mientras Carol y Dougie se iban a jugar al futbolín o qué sé yo.

Una vez en el cuarto, Harry me hizo sentarme en una cama.

-Siéntate en la que prefieras.

-Potrearé la tuya, entonces.-dije mientras lo hacía.

Rió y se sentó a mi lado.

-Haber, déjame verte la herida.

Así lo hice.

-Desde luego, tenía hambre.

-Sí, eso no se le puede negar.-sonreí.

-Nada grave, te la desinfecto, tirita y listo.

-Gracias, enfermero Judd.

Rió.

Me quejé un poco cuando me dio agua oxigenada, pero por lo demás me porté como una campeona.

-Pues esto ya está.

-Muchas gracias, Harry, de verdad. No paro de daros problemas.

-Bah, no has hecho más que hacer que todo sea más divertido. Pero…¿y esto? ¡Te sangra el labio!

-¡Ah, esto!-dije, llevándome la mano a la boca- Danny me besó y me mordió…

-¿Qué te besó? ¿Danny? ¡Cuéntamelo todo!- Harry estaba muy emocionado, así que no quise hacerle de rogar y le conté hasta el más mínimo detalle.-¿Y te mordió, el muy animal?

Reí.

-Sí, mira, tengo la prueba.

Harry me miró la pupa.

-¿Quieres un poco de agua oxigenada en…?

-¡No!

-Vale, vale, solo era una sugerencia. Así que…tú y Danny, ¿eh? Pero si ya lo decía yo….¡no podéis engañarnos!

-Pero Harry, él estaba ebrio, eso no cuenta…. Cuando se está así se hacen cosas sin pensar…

-Bueno…sí y no. Después de todo… ¿no deberías estar enfadada? Pues lo has perdonado muy rápido…

-Ya te lo ha dicho, él no era consciente de lo que hacía.

-Podía haberte matado.

-O convertirme en uno de los vuestros.

-Conociendo a Danny, hubiera sido lo primero y ya eres de los nuestros.

-No, no de esa manera.

-Este no es un tipo de vida para ti.

-Oh, Harry, ¿de verdad tenemos que tener esta conversación tan de Crepúsculo? Ya sabemos que acaba ganando Bella…

-Sí, en la parte publicada. Seamos honestos, ahora no nos gustan las tragedias. Si ese libro hubiera acabado mal, no hubiera vendido ni la mitad…

-Vale, pero yo sé lo que quiero.

-Y… ¿qué es?

Iba a contestarle cuando Danny y Tom entraron por la puerta.

Por un momento, los cuatro nos quedamos en silencio, observándonos.

Harry se levantó y se puso al lado de Tom.

-Ven, Tom, dejémosles solos. Tienen que hablar.

Tom asintió y ambos salieron por la puerta, dejándome allí, sola, con Danny.

-Siéntate, si quieres.-dije, señalando el sitio que había dejado libre Harry a mi derecha.

Sin dejar de mirarme, así lo hizo.

Nos observamos durante un rato, sin hablar. Al fin, él rompió el silencio.

-Sigamos fingiendo que no fue nada.

-Porque no lo fue, Danny. Tengo un mordisco superficial que…

-Sabes que no me refiero a eso.

Me quedé descolocada.

-¿Entonces a qué…? ¡Ah, ya entiendo! No tiene importancia.

-Sí, sí que la tiene. Te besé.

-No tiene importancia.-insistí.

-E intenté…intenté matarte.

-No tiene importancia.

-¡Oh vamos Cris! ¡Ambos sabemos que sí que la tiene!

-Lo único que tiene importancia es que ojalá hubieras sido consciente en todo momento…

Se me quedó mirando.

-Me quieres.-no era una pregunta. Le miré, pero no respondí.-Pero no me lo dices… ¿por qué? ¿Es por Tom?- aparté la vista de él y me centré en mirar la pared.-Es eso, ¿verdad?

-Para mí esto es muy difícil, Danny.

-¿A qué te refieres con “esto”?

-Pues a todo.

-Explícamelo, por favor.

-Aún no puedo.

-¿Entonces cuándo?

-No lo sé.

-¿Y por qué no me dices lo que quiero oír y ya está? Soy Danny, vamos, no puedes engañarme.

-Precisamente por ser Danny puedo hacerlo. Ay-dije, molesta- ¿Por qué siempre tenemos que salir regañando? Me gustaría estar de buenas contigo.

-Y a mí.

-¿Sí? Ya lo demostrarte antes, abandonándome a mi suerte por una cabina de DJ…

-Sabes lo mucho que me gusta.

-Sí, pero me hubiera gustado que me avisaras. Solo eso. Y después podrías haberte ido tan feliz a…eso.-me levanté.

-¿Adónde vas? Aún no he acabado de decirte todo lo que tenía que decir.

-Pues yo sí he acabado y me apetece estar con Tom, por lo que voy a ir a buscarlo.

-No te vayas, por favor.

Estaba con un pie fuera de la habitación cuando dijo eso. Me giré y lo miré. Allí estaba, sentando en una cama, mirándome lastimeramente, el ídolo entre mis ídolos, al ser que idolatraba y amaba por encima de todas las cosas/personas…menos una.

-Contigo me parece que ya he estado bastante.

Cerré la puerta tras de mí. Pobre, no quería haberle dicho eso.

Pero verdaderamente tenía unas ganas tremendas de Tom, le necesitaba en aquellos momentos más de lo que podía imaginarme.

Lo busqué casi con desesperación hasta que di con él y con Harry, que estaban fuera, en el jardín.

-Eh-dije, a modo de saludo. Me esforcé por sonreír.

Ellos se giraron para mirarme.

Ver el rostro de Tom bañado por la luz de la luna, lo cual solo lo hacía más hermoso, era mucho más de lo que yo podía soportar esa noche.

-Cris, ¿qué tal con Danny?

-Sí ¿habéis vuelto a besar…?-Tom le pegó un codazo a Harry y este se calló.

-No sé qué voy a hacer con él.-respondí-Parece imposible que nosotros podamos llevarnos bien, además…me apetecía estar contigo.-dije, mirando a Tom.

-¿Conmigo?-.preguntó este, extrañado.

Ahogando un sollozo, asentí con la cabeza y extendí los brazos hacia él. No tuve que esperar mucho para sentir su cuerpo contra el mío, sus brazos rodeándome con delicadeza, su cálido aroma y la seguridad que todo él me ofrecía.

-Creo que iré con Danny. Quiero enterarme de todo.-dijo Harry.-Os veo arriba.

Y se fue.

-Oh, Tom.

-¿Sí?

-¿Te he dicho alguna vez lo guapo que estás bajo la luz de la luna?

Rió.

-Desvarías.

-No.

-¿Qué te ha dicho Danny?

-No quiero hablar de él.

-Como quieras.

Suspiré, relajada. Verdaderamente, estar con Tom era muy diferente de estar con Danny. Mientras que uno me crispaba los nervios, el otro me hacía sentirme totalmente segura y agusto.

-Tom.

-¿Hum?

-¿Podrías no dejar de abrazarme? Mientras lo hagas, no me sentiré vulnerable.

Alcé la cabeza para mirarle y le planté un beso en la mejilla.

-Cla-claro. Sabes que conmigo no tienes nada que temer.

-Moltes gracies. ¿Es así…no?

Esta vez reímos los dos.

Algo apareció de pronto y me asustó. Grité con fuerza y me agarré a Tom como si no hubiera mañana.

-Cris, que solo soy yo.-oí decir a Dougie.

Le miré y, en efecto, era él. Me dieron ganas de darle un soberbio guantazo por estropearme aquel momento con Tom pero me contuve por respeto a mi amiga.

-¿Qué hacéis aquí?-nos preguntó.-¿Y qué hacéis tan abrazados?

Tom abrió la boca para contestarle, pero yo hablé antes.

-¿Y qué has hecho tú con Carol?

-Estamos jugando al escondite.

-¿Qué? ¿A estas horas?

-Sí, no me es muy difícil verla ya que la oscuridad para mí no es un problema y como huele tan bien, pues…

-Bueno, pues síguela buscando.

-Ahora, pero antes…¿has hablado con Danny?

-Sí.

-¿Y?

Negué con la cabeza.

-Menudos que estáis hechos…-en ese momento, se movió un arbusto.-¡Carol!-gritó Dougie, entusiasmado, tirándose contra el arbusto.

-¡Vale, ya me pillaste!-dijo mi amiga, saliendo del arbusto.

-Soy muy bueno jugando a esto.

-¡Sí! ¿Seguimos jugando?

-¿Pero no haréis cosas malas en la oscuridad?-pregunté, inocentemente.

Tanto ella como Dougie intentaron lincharme, pero Tom me sirvió de escudo humano y a él, como es sagrado, pues no le tocaron.

Dejamos a esos dos “haciendo cosas malas” en el jardín y fuimos a dar una vuelta.

-¿Puedo cogerte de la mano?-le pedí.

-¿Por qué no ibas a poder?-preguntó, tendiéndomela. Yo le cogí la mano con entusiasmo y las balanceé adelante y atrás.

-Me gusta pedir permiso antes.

Rió.

-Tom…no quiero alarmarte, pero…

-¿Pero?

-Es el brazo.

-¿Te duele?

-No, no me duele. Es eso. Antes… con lo de Danny… moví los dedos perfectamente y no me dolió nada…

-Pero…

-Y la escayola me molesta. ¿Crees que podrías…romperla?

-¿Y si te rompo el brazo?

Reí.

-No harás eso. Vamos, por favor, inténtalo.

-Creo que es mejor que veas al médico antes de…

-Mañana iré, lo prometo. Pero me molesta y no me he quejado un solo momento. Por favor. ¿Tú sabes lo que es que te pique el brazo y no poder rascarte? ¡Un suplicio!

Rió.

-Está bien. Dame el brazo.

Se lo tendí.

-Todo tuyo.

Lo agarró.

-Allá voy.

-Sin miedo, Tom.

Apretó y la escayola se rompió fácilmente.

-¡Por fin, aire fresco!-agité el brazo en todas direcciones, feliz.-¡Gracias Tom!-dije, abrazándole.-¡Ya puedo abrazar a alguien decentemente!

Tom rió.

Volví a cogerle de la mano y seguimos andando.

-Pero es raro… se supone que estaba roto y…

-No le des más vueltas, Tom. Mi brazo está bien, acabas de verlo.

-Sí, pero sigo pensando que será mejor que vayas al médico.

-Como quieras, iré mañana.

-Yo te acompañaré.

-Tom, en serio… no puedo creerlo. Eres tan…tan… no tengo palabras para ti. Te debo tanto.

-Yo te debo la vida.

-Ya me has recompensando, aunque…-me paré en seco.-Quizá quiera algo más.

-¿Qué es?

Me puse de puntillas, ya que él era bastante más alto que yo y le besé. Esperé que me apartara o alguna reacción negativa por su parte, pero no fue así. Me abrazó y yo le pasé las manos por el cuello. Me sentía bien, como si hubiera soltado algo que llevara mucho tiempo metido dentro.

Cuando le solté, no sabía que decir.

-Ups…lo…lo siento, Tom. No sé que me ha pasado. No te enfades.

Este río.

-¿Por qué iba a enfadarme?

Me encogí de hombros, inocentemente.

Volvimos de la mano al hotel. Iba contenta, muy contenta, aunque rara, ya que no sabía cómo habíamos quedado Tom y yo después de…eso.

-Tom…

-Dime.

-¿Puedes dormir hoy conmigo?

Me miró y sonrió.

-Claro que sí.

-¡Gracias!

Le di un beso en la mano que llevaba agarrada.

Entramos en la habitación.

Dougie y Carol jugaban a tirarse sobre Harry y Danny les tiraba cojines, aunque no sé con qué fin.

Al vernos entrar, pararon de matarse y nos miraron. Reparé entonces en que seguía llevando la mano de Tom agarrada.

Miré a cada uno de los allí presentes.

Dougie nos miraba con cara de no entender un pimiento, Carol no lo creía, Harry se estaba preguntando qué demonios significaba aquello y Danny… su cara era un poema.

-¿Qué pasa? ¿Nadie tiene ganas de dormirse hoy?-pregunté.

-Es verdad. Vamos a dormir.

-¡Qué tiempos aquellos en los que yo dormía!-suspiró Dougie. Nos reímos de él.

Todo el mundo nos pusimos los pijamas. Harry dormía en la cama del medio (¡por una vez en su vida!), Danny en la de la izquierda del todo, Carol y Dougie en su súper sofá cama y nosotros dos en la de Tom.

Tom se tumbó y yo corría a acurrucarme junto a él.

-No roncarás, ¿verdad?-me preguntó.

Reí.

-No, ¿roncas tú?

-Tampoco.

-Menos mal.

-Bueno, que apago las luces.

-Que malo Harry, que nos apaga las luces.

-Ya te daré lo tuyo, Dougie más tarde.

-Uhhhh-dijimos todos.

-¡Yujú!-dijo este, antes de que se apagaran las luces.

Cuando me vi envuelta en la oscuridad, pensé en lo que había hecho ese día. Danny. Tom. Danny. Tom. Danny. Tom.Danny…

Me moví y abrazacé a Tom. Este me abrazó también y así me dormí.

1 comentario:

  1. PUKE RAINBOWS NIVEL:DIOS!!!! ME GUSTA!!! e__e

    ¿Cosas malas en la oscuridad? ¿yo? no comprendo....

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